Estrella de Levante, en su compromiso de implantar un modelo de sostenible en todos los ámbitos posibles, ha iniciado las pruebas para conectar su nuevo centro logístico del sureste, ubicado en Alcantarilla (Murcia), con su fábrica de Espinardo (Murcia) mediante lanzaderas con dos nuevos camiones eléctricos de cero emisiones.
La compañía, junto a Alfil Logistics y en colaboración con Disfrimur, ha empezado a operar con dos camiones de transporte pesado de largo recorrido Volvo Trucks, 100% eléctricos, y de última generación, para hacer esta ruta lanzadera entre la planta de envasado y el centro logístico del sureste.
En los primeros días en pruebas, los dos camiones se han estado realizando entre 12 y 16 trayectos por día. Un dato que se espera mejorar cuando se instalen los cargadores de baterías en el mismo centro logístico, pues los camiones realizan casi una veintena de rutas diarias entre ambos lugares.
Pedro Marín, director general de Estrella de Levante, explica: “Si el test funciona correctamente, el nuevo sistema de transporte de cero emisiones se ampliará a toda la flota que realiza este servicio, siendo cargadas las baterías con las placas solares que está previsto instalar en el tejado de las naves”.
Uno de los pilares en los que la compañía sustenta su compromiso con la sostenibilidad es la ecoeficiencia, Marín subraya: “Nuestro objetivo es producir lo mismo, pero consumiendo menos recursos naturales y generando menos emisiones y residuos”.
La puesta en marcha en marzo del centro logístico del sureste (CLS), comprendido por dos módulos hechos a medida de 20.500 y 22.500 m2, 1.800 m2 de oficinas y una capacidad de almacenaje de más de 70.000 palés, ha permitido a Alfil Logistics centralizar sus operaciones en la Región de Murcia.
Asimismo, los 42 muelles y sistemas automáticos de carga y descarga (SCA) permitirán, a los más de 180 camiones previstos, realizar un promedio de 250 operaciones diarias agilizando el servicio de abastecimiento que el operador brinda tanto a la compañía como a clientes de los sectores de alimentación y bebidas y del sector hortofrutícola, además de cubrir las operaciones propias de la cadena de suministro de todo el grupo.
El nuevo complejo cuenta con la certificación Breeam. Este reconocimiento pone en valor las medidas de reducción del consumo de agua y de energía que se han implementado durante la construcción del centro como, por ejemplo, la integración de iluminación natural e iluminación artificial incorporando luminarias inteligentes con sensores de movimiento. Esta estrategia permite una reducción de la huella de carbono de 170 Tn de CO2 al año.
En términos de tecnología, las compañías incorporan sistemas de inteligencia artificial y análisis predictivo, además están adoptando medidas para reducir su impacto medioambiental y cumplir las regulaciones internacionales, y cómo no puede ser de otra manera buscando personal cualificado.
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