Dentro del proceso de descarbonización que atraviesan los distintos sectores de nuestra economía, el sector del transporte enfrenta un desafío crucial que lo impulsa a transformarse hacia un modelo más sostenible. Actualmente, el transporte es una de las industrias con mayor impacto ambiental, siendo responsable de cerca del 30% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España, según datos del MITERD. Sin embargo, el desarrollo del sector está profundamente ligado al crecimiento económico y social, al bienestar de la población, a la demanda interna de bienes y servicios, al comercio exterior, y a otros sectores como el turismo. Por ello, es esencial promover acciones que permitan enfrentar este reto de manera efectiva.
En este escenario, el hidrógeno renovable emerge como una solución clave para impulsar una movilidad sostenible, al reducir las emisiones y minimizar el impacto ambiental, económico y de salud pública, garantizando a la vez la seguridad del suministro. Todo ello con el objetivo de cumplir la meta de cero emisiones para 2050, establecida por el Gobierno de España en su Hoja de Ruta del Hidrógeno.
En la actualidad, numerosos países están promoviendo el desarrollo y uso de vehículos de emisiones cero, entre los que destacan los vehículos de pila de combustible de hidrógeno. Estos vehículos eléctricos emiten únicamente agua como residuo, ofrecen una alta autonomía y permiten un repostaje rápido, similar en ambos casos (autonomía y tiempo de repostaje) a la que tienen hoy en día los vehículos convencionales. Además, las tecnologías basadas en hidrógeno se pueden aplicar en vehículos más pesados, como camiones, autobuses y trenes, e incluso en el transporte aéreo y marítimo. Por todo ello, el uso del hidrógeno y de combustibles sintéticos derivados de éste (como amoníaco, metanol o SAF) será clave para la descarbonización del sector del transporte.
Algo similar ocurre en el sector logístico, estrechamente vinculado al transporte, donde la alta demanda de energía de ciertos equipos hace que las baterías eléctricas no siempre sean la opción más eficiente. Vehículos industriales como grúas, carretillas y maquinaria pesada también están siendo adaptados para utilizar hidrógeno. Además, esta tecnología será especialmente útil en infraestructuras portuarias y aeroportuarias, donde ya se ha comenzado a adoptar hidrógeno renovable para descarbonizar sus operaciones en algunos países (incluidos algunos ejemplos que podemos ver en España). De este modo, la incorporación del hidrógeno en los centros logísticos no solo marcará una diferencia significativa, sino que también demostrará que la descarbonización del sector transporte tendrá un efecto tractor en otros sectores clave para la economía.
No obstante, este desarrollo de un ecosistema de hidrógeno en el sector del transporte no está exento de desafíos. Uno de los principales obstáculos, particularmente en el transporte terrestre, es la infraestructura necesaria para su distribución y repostaje. Aquí surge el conocido dilema del ‘huevo o la gallina’, donde el sector experimenta dificultades para impulsar simultáneamente la oferta y la demanda. ¿Qué debe desarrollarse primero, la red de estaciones de servicio de hidrógeno o la adopción masiva de este combustible en vehículos? La solución debe centrarse en fomentar su implementación generalizada y en la ampliación de la red de estaciones de servicio de hidrógeno, apoyada por una colaboración estrecha entre el sector público y privado. Solo con una infraestructura robusta, una regulación adecuada y una planificación estratégica sólida, se podrá acompañar el crecimiento de la demanda y el despliegue exitoso del hidrógeno, tanto para el transporte, como para los demás sectores de nuestra economía.
Es cierto que el hidrógeno renovable abre una oportunidad sin precedentes para transformar la movilidad sostenible y potenciar un sector clave para nuestra economía, con España en una posición favorable para liderar este avance. Sin embargo, este camino implica unos retos que se deben abordar con determinación y con el compromiso firme de parte de todos los actores involucrados.
La Asociación Española del Hidrógeno (AeH2) es la voz del sector del hidrógeno en España, representando a cerca de 400 socios de toda la cadena de valor del hidrógeno. Desde su creación en 2002, la AeH2 ha impulsado el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno a nivel nacional, con el objetivo de potenciar su impacto positivo en la sociedad y en la economía española. (esto si no entra da igual, si entra dejarlo en cursiva)
Artículo de opinión publicado en el nº296 de Logística Profesional (pág 36)
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