El pasado 8 de junio se celebró el I Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. El tema central fue poner de relieve el papel de la mujer en el transporte de mercancías y viajeros y la realidad de las trabajadoras de un sector que ostenta un evidente e histórico protagonismo masculino.
Los contenidos se repartieron cuatro mesas redondas: ejecutivas de empresas, conductoras profesionales, fabricantes de camiones e instituciones políticas y asociaciones. Se abordaron cuestiones como la conciliación familiar, el techo de cristal y la brecha salarial, la seguridad de las/los transportistas, los estereotipos, la desigualdad o la formación. Amplios temas para debatir y para sacar conclusiones y soluciones.
El I Congreso Nacional de la Mujer en el Transporte se ha creado con la intención de seguir trabajando para que, en años venideros, se continue divulgando a la sociedad en general el papel que juegan las mujeres en este sector y, además, poner de relieve la importancia del transporte en el ámbito económico y social.
Mar Casas, presidenta y fundadora de Transleyca, fue una de las participantes. Durante su intervención en una de las mesas de debate declaraba que, en un proceso de selección, entre un hombre y una mujer “siempre contrataré al que crea que lo va a hacer mejor, tanto desde el punto de vista de desempeño profesional como de integración en el equipo”.
“Una discriminación no se soluciona con otra discriminación, sino creando las circunstancias para que ambos compitan en igualdad de condiciones”, además, apuntaba que se puede “correr el riesgo de obligar, más que de educar lo que dejaría el talento de lado, un grave error como sociedad”. Casas se definía como “poco partidaria de obligaciones y cuotas impuestas”, aunque reconocía que “en momentos puntuales, sea necesario dar un empujón o forzar algo la situación”.
“Los equipos completos son los formados por ambos sexos, buscando a los que más talento tienen de cada uno de ellos. La visión de un mismo hecho es diferente en el hombre y en la mujer, por eso, el trabajo en colaboración enriquece y complementa a mejor. Dan una visión total de la realidad. Yo no quiero una empresa solo de mujeres, ni tampoco solo de hombres”, indicaba.
En referencia al techo de cristal, Casas no lo ve como un verdadero problema en las empresas de transporte por carretera, tampoco si se habla de logística donde “se puede presumir de ser uno de los sectores donde la figura de la mujer se va abriendo paso y aumentando su presencia de manera notable e ininterrumpida”.
La presidenta de Transleyca se mostró más pesimista ante la posible evolución del número de conductoras, actualmente entorno al 1-2%, “no creo que vaya a aumentar mucho en los próximos años. Yo soy la primera interesada y estaría encantada de integrar más mujeres, especialmente cuando el transporte necesita incorporar profesionales y talento. Nadie en el sector puede permitirse dejar de contar con el 50% de la población”.
En relación con la situación actual del transporte, Casas alababa la favorable evolución experimentada en términos de profesionalización y especialización “tanto desde el punto de vista de gestión empresarial, como de formación de los cuadros profesionales y, por supuesto, de tecnificación”.
En la mesa redonda también participaron Nuria Lacaci, secretaria general de ACE, Virginia Muñoz, CEO de Transportes Muñoz del Río, Cristina Carré, CEO del Grupo Calsina Carré, Sonia García, presidenta de ASETRABI y Almudena Sánchez, responsable de ventas de Alcoa Wheels.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
España se sitúa como el país con una menor brecha de género a nivel global con un 54,7% de trabajadores formados en IA que son hombres y un 45,2% de mujeres. En el mundo, predomina el talento masculino con un 71% sobre el 25% del femenino según el promedio global. Esto sugiere un entorno más inclusivo y con mejores oportunidades para las mujeres en el ámbito de IA en España.
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