Actualmente todos los costes están aumentando, desde los supermercados a las gasolineras, pasando por las facturas energéticas. En este contexto, un nuevo estudio de Accenture muestra que la cadena de suministro está en una situación especialmente difícil. Tras la pandemia y con la guerra de Ucrania, se han agravado la falta de materias primas, el colapso de la logística, la energía y la inflación, y la escasez de talento. El coste de la interrupción de suministro podría ascender desde 242.000 millones de euros hasta los 920.000 millones, dependiendo de la duración de la contienda.
Así pues, el estudio predice que los consumidores empezarán a recortar en algunos artículos no esenciales, mientras que las empresas se centrarán en mejorar la eficiencia operativa, y expone los argumentos para reinventar la cadena de suministro. En él se manifiesta la relevancia de optimizar la cadena de suministro en función del valor y la resiliencia, y no solo de los costes.
Las tres ideas clave de este rediseño son la resiliencia, la relevancia y la sostenibilidad, tres ámbitos en los que desde Yale advierten que pueden ofrecer resultados.
Los almacenes utilizan cada vez más carretillas elevadoras robotizadas para mejorar la productividad. Los directivos experimentados podrían inclinarse a suponer que un aumento tan significativo de la eficiencia debe tener un precio elevado, pero lo cierto es que las carretillas elevadoras robotizadas contribuyen realmente a reducir los costes de explotación. Una combinación de ahorro en mano de obra, mantenimiento y equipos significa que las carretillas elevadoras robotizadas pueden reducir los gastos, lo que las convierte en una inversión sólida.
Además, pueden probarse antes de que los líderes del sector realicen más inversiones, ya que una empresa puede empezar a utilizar una sola carretilla como prueba de concepto antes de realizar una inversión mayor.
El entorno actual impulsa a las empresas a evaluar cuidadosamente la forma en que utilizan la mano de obra, asignando a los trabajadores solo las responsabilidades que hacen el uso más productivo de su tiempo y considerando alternativas para las tareas repetitivas de menor valor. Además del aumento de los salarios, el ciclo constante de contratación y reciclaje de los trabajadores puede engrosar aún más los costes de explotación.
Para hacer frente a los retos de hoy en día, los clientes necesitan una carretilla que esté configurada para las necesidades específicas de sus aplicaciones. Esto significa que no tienen que pagar por funciones que no utilizan, sino que pueden configurar la carretilla y pagar por las funciones que necesitan.
Desde Yale proponen la Serie N, diseñada para responder a los retos de cada operación y mantienen el equilibrio entre energía, ergonomía y productividad. Con un acceso de tres puntos, un gran asidero y un generoso espacio para los pies, se reducen los esfuerzos y las torsiones cuando el operario entra o sale de la cabina. Un reposabrazos abatible proporciona un recorrido sin obstáculos cuando está levantado y una comodidad adicional cuando está bajado. Además, esta gama cuenta con un espacioso compartimento para el operario, con un amplio espacio para la cabeza y los hombros y un asiento con suspensión total.
Los productos de Yale ayudan a mejorar la sostenibilidad de las empresas. Desde motores eficientes hasta baterías eléctricas, existe una amplia gama de opciones de soluciones energéticas para los equipos de manutención. Los expertos de la firma están a disposición de los clientes para ayudarles a elegir la mejor opción para sus necesidades individuales.
Las baterías de iones de litio pueden integrarse en determinados modelos y ofrecen la ventaja de poder cargarse durante descansos en los turnos. Esto significa que los productos de iones de litio ofrecen más tiempo de servicio y reducen los costes de explotación.
Las carretillas elevadoras de la serie N de Yale tienen un bajo consumo de combustible, sus componentes reducen la cantidad de mantenimiento necesario, manteniendo la carretilla en movimiento durante el mayor tiempo posible y reduciendo el tiempo de inactividad. Una reducción media del 14% en el tiempo de mantenimiento ayuda a mantener los costes bajo control.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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