La Asociación de Promotores, Propietarios y Usuarios de Naves Logísticas de España (Appunle) y la Asociación de Profesionales de Ingeniería de Protección Contra Incendios ha organizado una jornada técnica para debatir y analizar el proyecto del nuevo Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales (RSCIEI).
Durante el encuentro, que ha tenido lugar en el Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid, todos los implicados en el sector de las naves logísticas (ingenierías especializadas, empresas
instaladoras, aseguradoras y miembros de Appunle) han puesto en común los aspectos que se puedan plantear de cara a preparar posibles alegaciones al Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el RSCIEI, elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Consideran que no está claro si su objetivo es garantizar la vida de las personas (trabajadores o equipos de extinción) o las propiedades, y advierten de que de mantenerse la redacción propuesta, gran parte del parque de edificios anterior a 2005 y muchos de los posteriores, quedarán inservible y fuera de la legalidad, así como los equipos de presión y tanques de agua que actualmente protegen las instalaciones.
A la jornada han asistido proveedores de ingeniería e instalaciones de las empresas asociadas a Appunle, así como representantes del Colegio de Ingenieros Industriales y de los Ingenieros Técnicos Industriales. Todos ellos han insistido en la necesidad de que se escuche la voz de los propietarios y usuarios de las naves logísticas, que son los máximos interesados en la seguridad de los trabajadores y los edificios.
Los participantes han señalado que el nuevo reglamento mantiene el objetivo de prevenir el riesgo de daños a personas y bienes e incorporando como objetivo adicional la protección del medioambiente. No obstante, han advertido de que algunas de las medidas propuestas por el documento van en contra de este objetivo.
En el plano económico han puesto de ejemplo la exigencia de que todo establecimiento industrial de más de diez mil metros cuadrados tenga sistemas de alarma por voz, independientemente de la densidad de ocupación, que en edificios logísticos es bajísima.
En este encuentro también se han abordado la caracterización de los establecimientos y su nivel de riesgo, y en ella se ha apreciado que el mayor cambio que introduce el reglamento tiene que ver con la carga de fuego, puesto que ahora incluye nuevas tablas con cargas de fuego de materiales, áreas de producción y volúmenes de almacenamiento.
En este sentido, los ponentes han lamentado que se mantuviera en el reglamento el concepto de Nivel de Riesgo Intrínseco, cuando el cálculo real clasificará a todas las naves de almacenaje dentro del apartado ‘Riesgo Alto 8 ’si los parámetros que se evalúan no se modifican. Asimismo, creen necesario que el texto concrete mejor los materiales de construcción para evitar posibles picarescas.
Asimismo, los ponentes han abordado la sectorización, evacuación e intervención en caso de incendio, abogando por que en España se tome como modelo a otros países europeos en los que hay una reglamentación que salvaguarde la vida de las personas y, a partir de ahí, que sean los propietarios los que toman medidas de seguridad adicionales para salvaguardar sus bienes, con la exigencia por parte de la Administración de la existencia de un seguro que cubra los riesgos a terceros, al menos. Asimismo, han sugerido que el nuevo reglamento priorice el tiempo por delante de la distancia en los procesos de evacuación.
También se ha debatido sobre la resistencia al fuego de las estructuras y el sistema de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH). En este sentido se ha incidido en la necesidad de que la legislación española obligue a construir estructuras que funcionen bien en caso de incendio, modificando en su caso la norma de construcción CTE DB AE para que incluya los efectos del fuego como una carga más del edificio.
En este apartado, los participantes han señalado que, aunque se mantienen los requisitos generales de la estabilidad al fuego de la estructura en función de la tipología, en la práctica se endurecen los requisitos de los edificios multiinquilino que comparten medianera. Además, se verán afectados los establecimientos que incrementen su riesgo tras los cambios en el cálculo de nivel de riesgo intrínseco. Por otra parte, han criticado que el reglamento no indica el objetivo del sistema de control de humo, con lo cual no es evaluable la eficacia de los diseños que se realicen.
En definitiva, el sector demanda un reglamento que ponga por delante el tiempo frente a la distancia en los procesos de evacuación; salvaguarde la vida de las personas por encima de todo, especialmente la de los bomberos; e inste a construir estructuras que se comporten adecuadamente en caso de incendios. Es decir, que corrija las disfunciones que el antiguo reglamento presentaba y que llevaba a que la mayor parte de los nuevos proyectos tuvieran que hacerse por caminos ajenos a los prescritos por la norma.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
Comentarios