El pasado mayo, la Comisión Europea puso en marcha el Plan REPower, que hacía referencia al sector logístico e incluye como objetivos la obtención de 10 millones de toneladas de hidrógeno de fuentes renovables producidas en Europa y la importación de fuentes para sustituir el carbón, el petróleo y el gas en algunos sectores de la industria y el transporte de cara a 2030.
Pese a que, hasta hace poco, las fuentes renovables estaban principalmente subvencionadas por políticas e incentivos estatales y se consideraban mucho más caras, ahora algunas de ellas se consideran más baratas que los combustibles fósiles. Actualmente, el coste del MWH oscila entre los 150 y 300 euros, mientras que el coste de las renovables, se sitúa en los 45 euros. Además, los consumidores demandan cada vez más energía limpia.
De acuerdo con la última encuesta de Packlink, realizada entre más de 5.000 usuarios europeos, el 75,6% de los encuestados tiene en cuenta el compromiso medioambiental y social de una marca en su elección de compra online. Y hasta el 63,9% de los europeos asegura estar dispuesto a pagar un precio extra por un embalaje de paquetes y envíos que sea respetuoso con el medioambiente.
Son muchas las empresas del sector del comercio electrónico y la logística que están intentando adaptar sus objetivos a la neutralidad energética, llegando a cero emisiones de CO2 en 2050. Amazon, por ejemplo, tiene previsto impulsar sus actividades con energía 100% renovable en 2025. Esto se debe a que muchas empresas creen que existe una conexión entre la optimización de recursos y la reducción de costes y entre las acciones en línea con una política ambientalmente sostenible.
Dentro del sector logístico es importante considerar todas las etapas de la cadena de suministro: proveedores, almacenes, socios, clientes finales. Aunque no se trata únicamente de la selección de los medios utilizados, sino que influyen otros factores como: la iluminación de los almacenes, el tipo de entrega ofrecida al cliente final, o la energía utilizada en la fase de almacenamiento, lo que verdaderamente tiene un peso e influencia en el impacto real.
Asimismo, el sector logístico requiere de fuentes de energías derivadas de las necesidades térmicas como los sistemas de calefacción, refrigeración e iluminación en almacenes o las áreas de almacenamiento y centros operativos. Por ello, una ventaja competitiva para las empresas es utilizar sistemas de eficiencia energética, que permitan reducir el consumo y, por tanto, los costes.
Otro aspecto a destacar es la promoción de políticas de reutilización y reciclaje. Algunas de las ventajas que puede obtener una empresa dentro del sector logístico, pueden ser: reducción de costes energéticos mediante la autoproducción de electricidad, abandono de fuentes no renovables como el gasóleo, uso de vehículos eléctricos accesibles a zonas peatonales y de tráfico restringido en los centros urbanos, y obtener una mayor competitividad a largo plazo.
Algunos de los elementos que más influyen en la mejora de la eficiencia energética son: el uso de calderas, bombas de calor, iluminación, refrigeración y, por último, el almacenamiento y el transporte.
En cuanto a energías alternativas y renovables, estas son las principales tendencias actualmente:
-Energía fotovoltaica. Esta energía ha crecido con fuerza en los últimos años, representando más de la mitad de los 302 GW de capacidad renovable instalada a nivel internacional en 2021, según el informe Global Market Outlook For Solar Power 2022-2026. Este tipo de tecnología es capaz de llevar a una empresa a la autonomía energética y de asegurar costes estables a lo largo de la vida. La elección de este tipo de energía se debe tanto a la reducción de costes, como a la comodidad desde el punto de vista económico, ya que permite a los empresarios un retorno de la inversión relativamente rápido.
-Iluminación LED. El consumo de energía para iluminación representa de media alrededor del 20% del consumo total de una actividad. Para solucionar este problema, se requiere el uso de sistemas de iluminación LED, que aseguran un ahorro energético estimado entre el 50% y el 70%.
-Los vehículos terrestres son mejores que el transporte aéreo. La elección de los modos de transporte y entrega utilizados es crucial. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el avión es el medio de transporte más contaminante, llegando a 285 gramos de CO2 por kilómetro. El uso de trenes de propulsión eléctrica, reduciría las emisiones de CO2 en un 70%, en comparación con el transporte por carretera.
Por ello, es fundamental reorientar el sector logístico con vistas a reducir el impacto ambiental del comercio tanto online como tradicional. En este sentido, la creación de hubs nacionales o los centros de última milla próximos a los núcleos urbanos también permitiría disminuir los kilómetros recorridos y el número de vehículos utilizados, reduciendo las emisiones de CO2 hasta 450 toneladas.
Noelia Lázaro, directora de marketing de Packlink, apunta: “El uso de nuevas tecnologías derivadas de fuentes renovables también impacta en la competitividad, no solo de las empresas sino de toda la economía de un país, pues también afecta los procesos de innovación y desarrollo. Por ello, es importante repensar toda la cadena de suministro del sector logístico. Tener horizontes definidos, pero mejorar constantemente: este debería ser el mantra de todas las empresas y sin duda el ambiental es un punto crucial desde el que partir. Porque, actualmente, el futuro del sector logístico debe poner el foco en las energías renovables y en la eficiencia energética”.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
España se sitúa como el país con una menor brecha de género a nivel global con un 54,7% de trabajadores formados en IA que son hombres y un 45,2% de mujeres. En el mundo, predomina el talento masculino con un 71% sobre el 25% del femenino según el promedio global. Esto sugiere un entorno más inclusivo y con mejores oportunidades para las mujeres en el ámbito de IA en España.
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