La facturación del comercio electrónico en España aumentó en el tercer trimestre de 2021 casi un 15% interanual hasta alcanzar los 14.696 millones de euros, según los últimos datos de comercio electrónico de la CNMC. Y es que el e-commerce continúa creciendo y se espera que siga haciéndolo en los próximos años, aunque a un ritmo menor que en 2020 y 2021.
Sin embargo, este modelo de negocio tiene asociadas ineficiencias y prácticas no sostenibles que generan costes económicos, ambientales y sociales. Por ello nació el movimiento entregasostenible.org, impulsado por Empresas por la Movilidad Sostenible en el marco de la European Green Week y presentado en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA). Un movimiento que busca promover un consumo responsable entre la sociedad y generar mayor compromiso con la sostenibilidad en toda la cadena de valor del comercio electrónico.
Un año después, el movimiento cuenta con más de medio centenar de organizaciones adheridas y comprometidas con la sostenibilidad.
Según May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible: “La insostenibilidad del modelo actual genera muchos costes directos e indirectos, mientras que las organizaciones que apuestan por la sostenibilidad real generan valor. Cualquiera de nosotros puede marcar la diferencia en el comercio electrónico, ya sea como consumidor o como e-commerce, poniendo en valor las soluciones y las organizaciones que contribuyen a la sostenibilidad económica, social y ambiental”.
Desde el movimiento entregasostenible.org destacan 4 aspectos clave para alcanzar un e-commerce sostenible:
Transporte: se debe evitar la superurgencia y facilitar la consolidación de envíos, además de dar alternativas a la entrega a domicilio y priorizar proveedores de transporte comprometidos con la sostenibilidad.
Embalaje: se debe ajustar el tamaño del embalaje al producto para reducir el consumo de materia prima y optimizar el transporte, eliminar rellenos innecesarios que no afectan a la seguridad del producto, así como seleccionar materiales reutilizables o reciclables que garanticen un mínimo impacto ambiental, como aquellos con certificación PEFC o FSC.
Consumo responsable: se debe desincentivar la compra compulsiva que produce devoluciones, priorizar la compra de productos de proximidad, duraderos o de segunda mano, y elegir organizaciones que tengan un compromiso real con la sostenibilidad, con la transparencia y buen gobierno, y una conducta fiscal responsable.
Comunicación: se debe comunicar y extender el compromiso con la sostenibilidad a toda la cadena de valor, clientes, proveedores y sociedad en general.
En términos de tecnología, las compañías incorporan sistemas de inteligencia artificial y análisis predictivo, además están adoptando medidas para reducir su impacto medioambiental y cumplir las regulaciones internacionales, y cómo no puede ser de otra manera buscando personal cualificado.
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