El auge del comercio electrónico, la escasez de recursos, los problemas experimentados en el transporte de mercancías y ahora la subida del coste de los carburantes están impulsando al sector a una evolución hacia la logística 4.0 como parte de una cadena de suministro digital y resiliente, en la que todo tiene que estar conectado para poder tomar decisiones en tiempo real y adaptarse a desafíos y a situaciones en constante cambio.
A esas circunstancias hay que añadir una nueva variable que cada vez tiene un mayor peso: la sostenibilidad. Naciones Unidas ha llamado a que esta sea la década de la acción y urge a adoptar medidas que contribuyan a reducir el cambio climático. Los consumidores son cada vez más exigentes en este sentido y la cadena de suministro y, por ende, la logística, ya no se puede entender sin estas dos características: digital y sostenible.
Para poder abordar todas estas circunstancias, la cadena de suministro hoy en día tiene que ser más ágil para detectar, prever y responder a las disrupciones; aumentar la productividad mediante la digitalización de las empresas industriales (Industria 4.0), mejorar la conectividad con los socios de negocio para permitir el próximo nivel de colaboración, y operar con prácticas de negocio sostenibles.
La logística 4.0 es una parte esencial de esa cadena de suministro digital, con el fin de maximizar la eficiencia y reducir los costes en la distribución. Es el resultado de la combinación de procesos, herramientas y tecnologías, como big data, Internet de las Cosas (IoT) y Cloud Computing dirigidas a automatizar los procesos logísticos.
Los datos representan la base de la cadena de suministro digital, por lo que big data es esencial para poder gestionar grandes volúmenes de información y conocer en tiempo real la situación de todos los elementos logísticos y la situación de las entregas. IoT y sus opciones de conectividad, permiten realizar un seguimiento en tiempo real de los vehículos de reparto, detectar posibles incidencias y solucionarlas con mayor celeridad. Y, por último, la nube hace posible el acceso a la información desde cualquier dispositivo, facilitando el acceso desde los vehículos o el personal de reparto, así como la coordinación entre operadores que se encuentran en diferentes puntos.
En este nuevo panorama, otra de las alternativas que cada vez están adoptando más organizaciones es formar parte de redes empresariales, en las que compañías de todos ámbitos de la cadena logística se conectan para agilizar la colaboración, intercambian todos los datos de negocio relevantes y descubren nuevos socios comerciales y comunidades. Estas redes conforman auténticos ecosistemas logísticos y están basadas en plataformas cloud. Entre los beneficios que proporcionan figuran la mejora de la eficiencia y una reducción de entre un 40 y un 60% de los costes logísticos gracias a la conectividad, la colaboración y la posibilidad de acceder a información de mercado en tiempo real.
En última instancia, la logística 4.0 y las redes empresariales ayudan a mejorar la calidad del servicio y al hacerlo aumentan la satisfacción del cliente. Pero, además, contribuyen a crear cadenas de suministro sostenibles en las que las empresas pueden establecer sus propios objetivos y, gracias a la tecnología, monitorizar y controlar que se alcanzan, e ir más allá y buscar socios y proveedores que también primen la sostenibilidad porque la cadena de suministro de una organización provoca un volumen de emisiones cinco veces superior al de la propia empresa. Por tanto, el futuro de la logística pasa por cadenas de suministro digitales, conectadas y sostenibles.
Artículo de opinión publicado en el nº274 de Logística Profesional (pág 12)
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
España se sitúa como el país con una menor brecha de género a nivel global con un 54,7% de trabajadores formados en IA que son hombres y un 45,2% de mujeres. En el mundo, predomina el talento masculino con un 71% sobre el 25% del femenino según el promedio global. Esto sugiere un entorno más inclusivo y con mejores oportunidades para las mujeres en el ámbito de IA en España.
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