Una de las principales consecuencias que nos ha dejado la actual pandemia en las cadenas de suministro españolas ha sido la caída generalizada de la demanda, ya que 9 de cada 10 empresas afirman haber visto reducida su demanda, existiendo tan solo algunas excepciones en familias de productos vinculadas al sector de la alimentación, desinfección y limpieza en la industria química y en empresas con una fuerte apuesta por la distribución online e innovación continua de producto, según BDO, firma internacional de servicios.
Esta y otras conclusiones se recogen en el Informe Radiografía de las cadenas de suministro españolas: Afectación del COVID-19, retos y perspectivas de reconstrucción, que nos muestra la nueva realidad de las cadenas de suministro españolas, sus retos y perspectivas ante una disrupción singular, elaborado por BDO.
El informe es un barómetro sobre las principales consecuencias que ha dejado el Covid-19 en las cadenas de suministro españolas, así como un extenso análisis sobre los principales retos que las compañías deben abordar a corto y largo plazo. Estos cambios abruptos en el comportamiento de la demanda han desajustado notablemente los niveles de inventario prestablecidos anteriores al Covid-19, y alrededor del 76 % de las empresas encuestadas han sufrido el ‘efecto látigo’ en sus cadenas de suministro que ha generado un incremento o reducción inesperada en sus inventarios y ha evidenciado la ruptura en la sincronización.
La pandemia también ha provocado que el 72 % de las empresas encuestadas haya sufrido interrupciones por parte de sus proveedores en el abastecimiento y que un 52 % haya provocado interrupciones en las entregas a sus clientes. Destaca el hecho de que solo el 51 % de las empresas que han participado en el estudio contaban con planes de contingencia diseñados para evitar interrupciones ante posibles disrupciones en la cadena.
Retos a corto y visión a futuro: cambio de paradigma
Frente a las secuelas que ha dejado el coronavirus, la respuesta unánime en cuanto al gran objetivo a abordar a corto plazo no es otro que el de alinear la oferta con la demanda, ya que el 81 % de las compañías consideran que las previsiones previas al Covid-19 no son válidas. Para ello, apuestan por llevar a cabo de forma inmediata tres acciones clave: reducir el gasto, impulsar la planificación y desarrollar nuevos planes de contingencia.
Para Sergio Esteve, director de Consultoría de BDO: “A medio plazo, asistiremos a una transformación en los modelos estratégicos y operativos de las cadenas de suministro, ya que la pandemia ha servido como elemento catalizador para que se produzca un cambio de paradigma”. En este sentido las empresas destacan cinco pilares sobre los cuales asentar las cadenas de suministro del mañana: mayor flexibilidad, digitalización, resiliencia, reindustrialización y transición hacia modelos de distribución online.
Para el 25 % de los encuestados por BDO, la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, el blockchain o el Big Data son conceptos indispensables para realizar una gestión competitiva ante unos mercados cada vez más volátiles, una mayor exigencia por parte del consumidor y una respuesta compleja del mercado. No obstante, el informe elaborado por BDO ha constatado que solo el 4% de las empresas parecen disponer de un modelo capaz de monetizar la inversión realizada en digitalización.
Otro elemento a destacar es la dotación de mayor flexibilidad en el diseño estratégico de las cadenas de suministro con el fin de permitir una adaptación rápida y ágil ante las diferentes alteraciones. Para ello, las empresas deberán dotarse de un modelo resiliente y un plan de contingencia basados en información en tiempo real que les permita anticiparse ante posibles disrupciones.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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