ITENE se encuentra desarrollando un sistema vanguardista que optimiza el reparto de última milla mediante vehículos eléctricos autónomos. Para ello, el centro implementará un gemelo digital que simulará diversos escenarios operativos, permitiendo perfeccionar las rutas con el objetivo de disminuir emisiones y aumentar la eficiencia logística. Una vez concluida la fase de simulación, la solución se validará en entornos reales, evaluando su viabilidad y obteniendo datos esenciales para su futura aplicación en áreas urbanas.
El centro tecnológico ejecutará hasta el próximo mes de junio el proyecto e-SUMA en el que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE+i) y fondos FEDER. La finalidad de esta iniciativa es establecer las bases para integrar los vehículos autónomos en la distribución urbana, facilitando su adopción por parte de operadores logísticos, administraciones y empresas.
En este proyecto se desarrollarán herramientas tecnológicas avanzadas como un modelo parametrizado de escenarios de uso, un software de gestión para mejorar la operativa de los vehículos autónomos y su integración con operadores logísticos, y una aplicación de usuario que facilitará la interacción con el sistema de entrega automatizado. Además, implementará un gemelo digital que permitirá simular distintos escenarios operativos antes de su validación en entornos reales. Finalmente, se llevará a cabo una prueba piloto en un entorno urbano, clave para evaluar su rendimiento y determinar su impacto en la movilidad sostenible.
Adrià Soriano, responsable del proyecto en ITENE: “Con e-SUMA damos un paso fundamental al trasladar esta tecnología de la teoría a la calle. Gracias a la prueba piloto en condiciones reales, podremos medir con precisión la eficiencia del sistema y su impacto en la reducción de emisiones y la mejora del reparto urbano. Esta validación nos permitirá sentar las bases para su futura implantación a gran escala”.
El auge del comercio electrónico y las crecientes restricciones medioambientales en las ciudades han convertido la última milla en uno de los principales retos de la logística.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el transporte representa el 30,7% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, de las cuales un 28,4% proviene del transporte por carretera. Ante este escenario, es necesario explorar alternativas que reduzcan el impacto ambiental y optimicen la distribución de mercancías en zonas urbanas.
El transporte de mercancías por carretera avanza lentamente hacia una mayor profesionalización y seguridad jurídica en las relaciones con sus clientes. Es innegable el impacto positivo de las normativas orientadas a equilibrar el terreno de juego entre transportistas y cargadores y a dignificar la figura del conductor.
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