Lodisna ha cerrado 2024 duplicando su crecimiento. Durante el pasado año, ha adquirido tres compañías del sector y ha avanzado en la diversificación de servicios y aumentado su compromiso con la sostenibilidad. En total ha recorrido casi 56 millones de kilómetros.
La compañía ha ampliado su flota con 36 nuevos camiones y ha superado las 100 renovaciones, alcanzando un total de 430 camiones y 700 semirremolques entre las cuatro entidades que conforman el grupo. Dentro de esta incorporación, se encuentran dos tractoras eléctricas que se enmarcan en el cumplimiento de sus objetivos de sostenibilidad durante el 2024.
Igor Beguiristain, CEO de Lodisna, ha declarado: “Ha sido un año para afianzar nuestra estrategia de crecimiento sostenible. La incorporación de vehículos eléctricos y renovación tecnológica de nuestra flota y uso intensivo de biocombustibles son un reflejo de nuestra apuesta por la innovación y el cuidado del medio ambiente”.
A nivel de sostenibilidad también han destacado servicios como la última milla totalmente eléctrica, colaboraciones como la que se realizó en Madrid del primer proyecto 100% eléctrico de reparto de paquetería a gran escala o los avances en la incorporación del HV0100 en más del 50% de su flota (lo que permitió evitar la emisión de más de 6.521 toneladas de dióxido de carbono en 2024). Medidas todas con las que reafirma su apuesta por la transición hacia una logística más verde y respetuosa con el medio ambiente.
Durante el pasado año, el grupo también incrementó la superficie de almacenamiento. Gracias a la incorporación de Transportes Navajas al grupo, el total de superficie a final del 2024 fue de 40.000 m2. Además, en los últimos meses, la entidad creó en la Comunidad de Madrid un parking con 8.000 m2 y 65 plazas de aparcamiento para camiones.
En 2024, se enfocó además en optimizar sus procesos logísticos mediante tecnología avanzada, asegurando una mayor eficiencia y reduciendo los tiempos de entrega, lo que refuerza la satisfacción de sus clientes y su compromiso con la excelencia.
Uno de los principales problemas es que, a menudo, en estos establecimientos no hay espacio dedicado a la carga y descarga, lo que significa que los conductores no pueden trabajar en un entorno seguro. Estos denuncian que a veces no tienen más remedio que descargar los vehículos en medio de la calle, con el tráfico pasando a su lado a una velocidad de hasta 70 km/h.
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