El sector de la automatización de almacenes se verá afectado por el impacto que tendrá en las cadenas de suministro globales la nueva política arancelaria presentada por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. En este mercado en concreto, desde Interact Analysis prevén seis consecuencias destacadas de esta crisis global.
El aumento de la incertidumbre económica, la mayor desde el pico de la pandemia, provocará una inmediata desaceleración de las inversiones de capital, ya que los proveedores retrasarán los proyectos de automatización.
Esta incertidumbre alargará los ciclos de venta de soluciones de automatización de almacenes afectando, en particular, a sistemas integrales de alto coste que requieren planificación a largo plazo. Un impacto que ya se ve agravado por el elevado entorno de tipos de interés, que ha frenado la actividad inversora durante los últimos tres años.
Rubén Scriven, gerente de Investigación de Interact Analysis, señala que sus pronósticos ya tienen en cuenta un período de vacilación en la demanda en 2025 de cara a 2026, aunque esta política podría rebajar estas proyecciones.
El aumento de aranceles hará más complejas las cadenas de suministro, lo que podría llevar a que más empresas externalicen la logística a proveedores de logística externa (3PL) especializados en la gestión de cambios en las políticas comerciales y la diversificación de proveedores. Se espera que esto impulse una mayor adopción de la automatización por parte de los 3PL, en particular los que gestionan el comercio transfronterizo.
Dada la diversa gama de clientes a los que sirven los 3PL y la amplia variedad de perfiles de unidades de mantenimiento de stock (SKU) que manejan, estas empresas tienden a favorecer soluciones de automatización flexibles, como robots móviles autónomos (AMR) de persona a mercancía y sistemas de embalaje de tamaño adecuado.
Los aranceles suelen provocar la reestructuración de la cadena de suministro, ya que las empresas buscan estrategias de abastecimiento alternativas. Para evitar posibles interrupciones, se espera que muchas empresas acumulen reservas de inventario, lo que aumenta la ocupación de los almacenes.
El consiguiente aumento en los niveles de inventario reducirá las tasas de desocupación de almacenes y elevará los precios de alquiler en centros logísticos clave. Esto, a su vez, podría generar un aumento en la construcción de almacenes para satisfacer las crecientes necesidades de inventario.
Antes de los últimos aranceles, los fabricantes habían estado trasladando la producción al sudeste asiático, Canadá y México en respuesta a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y a las tendencias de deslocalización pospandemia. Estas regiones se habían beneficiado de una mayor inversión en automatización de almacenes para respaldar operaciones de fabricación sostenibles.
Sin embargo, ante la renovada incertidumbre sobre la política comercial, es probable que las empresas suspendan las inversiones en automatización a gran escala en estas regiones. Hasta que se aclaren los futuros niveles arancelarios, muchas empresas retrasarán sus planes de expansión, lo que ralentizará la implementación de robótica y sistemas automatizados para almacenes en estas ubicaciones.
La mayoría de los sistemas de automatización de almacenes, incluyendo soluciones robóticas, cintas transportadoras e infraestructura de almacenamiento, dependen en gran medida del acero, por lo que el arancel del 25% sobre este material incrementará los costes de los materiales.
Es poco probable que este arancel diferencie entre proveedores nacionales e internacionales. A medida que aumenta la demanda de acero estadounidense, se prevé que los precios internos aumenten, anulando cualquier ventaja de coste para el acero de origen local. Como resultado, las empresas que inviertan en automatización se enfrentarán a un menor retorno de la inversión (ROI), lo que podría provocar retrasos o la reducción de la escala de los proyectos de automatización.
Se especula que el aumento de los costes del acero podría impulsar a algunas empresas hacia la automatización móvil, dado que las soluciones móviles tienen una menor dependencia del acero en comparación con la infraestructura fija. Sin embargo, cuando hablamos con los proveedores de ProMAT, no hubo un consenso claro sobre si esto cambiaría significativamente las preferencias de inversión.
Los pedidos de Shein y Temu no han estado sujetos, en su mayoría, a aranceles de importación gracias a la regla de minimis, que permite que los envíos internacionales con un valor de venta al público de 800 dólares o menos eludan los impuestos de importación y las inspecciones aduaneras. Esta regla se ha convertido en un tema polémico en los últimos años y se considera una laguna legal que muchos minoristas chinos han aprovechado para evitar los aranceles sobre productos de bajo coste vendidos a través de plataformas de comercio electrónico.
Si bien este avance puede parecer insignificante en comparación con el conjunto más amplio de aranceles anunciados el 2 de abril, el impacto potencial es significativo. Se anticipan tres efectos principales como resultado de los cambios en la política de minimis:
- Ampliación de los centros logísticos de Shein y Temu en EEUU: A medida que los envíos transfronterizos se vuelven menos rentables, es probable que empresas como Shein y Temu comiencen a alquilar más espacio de distribución dentro de Estados Unidos. Esta transición hacia el almacenamiento nacional les ayudará a reducir la exposición a nuevos aranceles y a optimizar las operaciones de entrega de última milla.
- Cambios en los estándares de embalaje: Si ambas compañías trasladan sus operaciones de logística a EEUU, también podemos esperar cambios en el empaquetado de sus productos. Actualmente, sus envíos se entregan generalmente en pequeñas bolsas de polietileno con un envoltorio mínimo. Estos paquetes suelen causar problemas a los transportistas, ya que pueden quedar atrapados en los sistemas de clasificación o caer entre los módulos transportadores debido a su tamaño y la calidad del empaque. Con un modelo de logística nacional, es probable que los operadores de paquetería con sede en EEUU apliquen requisitos de empaquetado más estrictos, priorizando formatos más adecuados para la infraestructura de clasificación automatizada existente.
- Oportunidad para que los minoristas estadounidenses recuperen participación de mercado: Si, como se prevé, el volumen de pedidos de estas compañías disminuye a corto plazo, podría generar una oportunidad para que los minoristas estadounidenses de ropa y artículos generales capturen parte de esa cuota de mercado. Como resultado, podríamos ver una mayor inversión en capacidad de distribución nacional por parte de las marcas estadounidenses de comercio electrónico y moda rápida que buscan cubrir esa necesidad.
Con el auge del comercio electrónico y la necesidad de una mayor eficiencia operativa, la automatización y robotización logística se han convertido en una prioridad para muchas empresas. El éxito de un proyecto al respecto depende de múltiples factores: financiación, elección tecnológica, integración de sistemas o capacitación del personal, entre otros.
Comentarios