Ingenersun ha presentado una carretilla elevadora automatizada para cargas de camiones que puede levantar hasta cinco toneladas. La compañía ha realizado el diseño y concepto y para la automatización contó con la participación de Zenialabs. Esta carretilla funciona sin conductor, de modo autónomo, lo que evita riesgos al liberar a los equipos de una tarea repetitiva y de escaso valor añadido.
Sergio Bilbao, director comercial de Ingenersun, destaca: “Crear un vehículo automatizado que no existe como tal en el mercado, con estas características, y que tiene un uso aplicable a muchas operaciones. De hecho, el proyecto se lo propusimos inicialmente a fabricantes de AGV, pero no obtuvimos respuesta positiva”.
El robot AGV realiza el circuito completo de la carga del camión, se dirige a donde está la carga en el muelle, la eleva y la lleva al camión para depositarla en el interior. En esta operación el seguimiento del vehículo se realiza mediante dos sistemas: mientras circula en el muelle se guía a través de filoguiado, una cinta magnética que define el recorrido a realizar. Una vez que llega al camión para introducir la carga, se guía por Lidar, una tecnología de mapeo que a través de luz láser mide la distancia a la superficie objetivo.
Su complejidad está en la automatización y, sobre todo, en la precisión con la que entra en el camión a depositar la carga, ya que la holgura que tiene que dejar a ambos márgenes del camión es muy estrecha, entre 5 y 8 centímetros por cada lado. “Mantener esta distancia en todo momento mientras se desplaza la carga hacia el fondo del camión, a lo largo de sus doce metros de largura, es una altísima precisión y exigencia, muy difícil de conseguir”, afirma Bilbao.
Además, dispone de todos los elementos para integrarse en la operativa de la planta donde se instala y mantener en todo momento la comunicación en tiempo real de la actividad que realiza con la línea robotizada de la compañía, que se encarga de preparar el producto en disposición para su carga. El recorrido en el que circula el vehículo AGV cuenta con la correspondiente instalación de seguridad mediante un vallado y setas de emergencia que se comunican por wifi.
El desarrollo ha implicado 6 meses de trabajo por parte de un equipo de 4 personas de ambos equipos. Ahora se está llevando a cabo la fase de pruebas en planta, que permitirá perfeccionar el funcionamiento de todo el sistema, con el fin de integrar próximamente el vehículo automatizado en un innovador proyecto.
Este proyecto es un ejemplo del trabajo que desarrolla la compañía en el ámbito de la robótica, donde aporta soluciones llave en mano y a medida de las necesidades concretas. Esta capacidad de personalización, junto con su cualificación como empresa integradora de tecnologías de automatización, son las claves de su paulatino crecimiento en sectores como la automoción, la aeronáutica o el caucho.
En términos de tecnología, las compañías incorporan sistemas de inteligencia artificial y análisis predictivo, además están adoptando medidas para reducir su impacto medioambiental y cumplir las regulaciones internacionales, y cómo no puede ser de otra manera buscando personal cualificado.
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