La tecnología digital ha propiciado cosas insospechadas hace años, sobre todo en el comportamiento del consumidor, causante de la mayoría de los progresos en tecnología y organización del trabajo. El comercio electrónico permite comprar, vender, pagar online, es decir sin moverse de casa. Pero esta facilidad lleva consigo en fabricantes y distribuidores esfuerzos industriales y logísticos muy importantes amén de organizativos e inversiones en sistemas complejos.
Para que se reciba un pedido en casa en 24 horas, a veces en horas, a partir del momento en que se hizo, la estructura empresarial que hay detrás, invisible para el comprador, que puede permitirlo es costosa y complicada. Un sistema de ‘Planificación de Recursos Empresariales’ (ERP) permite gestionar la entrada de sus pedidos, lanzar órdenes de producción, de slotting y bulk-picking, de consolidación, de expedición… y otras operaciones.
El sistema de comunicación se apoya en la Cloud Computing, en Internet de las Cosas (IoT); para procesos en almacén y otras instalaciones, en la ‘Identificación por Radio Frecuencia’ (RFID), ‘Sistemas automatizados de Almacenamiento y Recuperación’ (AS/AR) y, en general ‘Sistemas de Gestión de Almacenes’ (SGA), por donde circularán ‘Vehículos Auto Guiados’ (AGV) y operarán ¡Transelevadores automáticos de manutención’ en Intralogística; para localización y seguimiento (trazabilidad) de las cosas, el apoyo viene de parte del ‘Sistema de Posicionamiento Global’ (GPS) y, entre todo esto, el intercambio de información entre dispositivos ‘Máquina a Máquina’ (M2M).
Tal cantidad de datos exige un análisis de datos, de macro-datos, de datos masivos gracias a un big data. Más le vale a este ‘super-software’ que realice las mejores predicciones de la demanda (Forecasting) cual oráculo o vidente, para que ayude a preparar pedidos de forma anticipada.
Pero salgamos a la calle: habremos cargado los transportes abusando de los algoritmos o de propuestas heurísticas: Block Building, ‘Heurístico de ángulo recursivo’ o, entre otros, ‘Heurístico de Steudel”’ para configurar los mosaicos de palés. Habremos planificado las rutas; fijado entregas según día y hora y optimizado los retornos.
Si no trabajamos carga paletizada, haremos multi-entrega a lo largo y ancho de las ciudades, a establecimientos y domicilios: es la nueva ‘Distribución de la última milla’ (DUM); gracias a la pandemia del 2020 y el desarrollo de lo digital y el e-commerce, las calles se han llenado de repartidores en bicicleta y otros vehiculillos pequeños de todo tipo. A la labor de entrega hay que añadir la de devoluciones y recogida.
Una vez, un profesional del marketing dijo: si no está satisfecho le devolvemos su dinero. A partir de ahí, los marketplace y las páginas web se han encargado de seguir ofreciendo, entre otros servicios, devoluciones en muchos subsectores importantes de gran consumo: electrónica, ropa… Dicen que uno de cada cinco artículos se devuelve; el coste de este proceso de ‘logística Inversa’ es grande. Gracias a todo este movimiento urbano, el consumo de cartón se ha incrementado de forma insospechada en los últimos años, hasta tal punto que los analistas económicos empiezan a considerarlo como un indicador del estado de la economía.
Y, según la nueva caracterización de las distintas etapas del ‘estado del arte’ de un fenómeno, parece que estamos en la era ‘Logística 4.0’, lo que podría indicar que estamos en la era de la automatización, de la mecanización, de los sistemas autónomos de organización… más aún: de la Inteligencia Artificial (IA), de los ‘Cyber Physical Systems’.
Por último, debemos considerar muy atentamente a las personas que deben convivir con las máquinas. Más importante: deberíamos vigilar a quienes diseñan, programan y quieren dotar de entendimiento a dichas máquinas. Y a estos les pregunto: ¿se creen capaces también de dotarles de sentimientos?
El ya tristemente famoso (para mi opinar) ChatGPT ¿podría ser el nuevo oráculo invisible en quién confiar? ¿Qué soluciones aportaría para la preservación del planeta? Consultado, leo que ha respondido que la esterilización y la eutanasia; es decir, la erradicación de la humanidad. No creo que haya más en donde el oráculo pueda consultar que en lo que nosotros, los humanos, ya hayamos escrito y publicado. Claro, nadie le preguntó, no me consta, por la preservación de la especie.
Artículo de opinión publicado en el nº283 de Logística Profesional (pág 21)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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