La sociedad actual está concienciada con el cambio climático y el cambio cultural que ello conlleva. Casos como el éxito de las iniciativas de vehículos de sharing son el claro ejemplo, sin embargo, en la logística no solo necesitamos impulsores como nos consideramos desde Loalco para hacer cambios, sino que también necesitamos a las instituciones locales, cargadores e incluso competencia, para poder llevar a cabo objetivos claros a corto/medio plazo.
La peatonalización de calles de los cascos urbanos, la reducción de velocidad en las vía pacificadas o las restricciones de horarios han sido cambios que aunque inicialmente han podido provocar ciertas críticas, al cabo de un tiempo son medidas que la opinión pública, termina valorando positivamente. Es por ello, ahora, el momento de aplicar nuevas normas en cuanto a descarbonización y ruido, así como favorecer operaciones logísticas nocturnas o el impulso de hubs y microhubs, con el fin de que estas actividades no interfieran en el movimiento cotidiano del día a día de la ciudad.
Por otro lado, todos sabemos que un transporte urgente es más caro que un transporte normal pero, ¿realmente estamos dispuestos a pagar más por recibir pedidos con un menor impacto en la huella de carbono? Toda iniciativa en la mejora de la descarbonización, requiere de una inversión importante en infraestructura, que a medio plazo se irá normalizando e incluso bajando, pero hasta que no se promuevan medidas en las ciudades con el fin de aumentar la logística con bajas emisiones, no se llegará a los objetivos de economía de escala donde esta logística no solo será más sostenible, sino podrá llegar a equipararse en costes a la logística convencional que se hace con vehículos de combustión.
En diciembre de 2021, tras un año y medio de proyección y ejecución, Loalco inauguró su primer hub urbano, situado en uno de los barrios céntricos de Zaragoza, con la característica diferencial de ser un hub 100% sostenible. Esto se ha podido materializar al ser una reforma con materiales reciclados y sostenibles y como guinda en la operativa de este centro solo se opera con vehículos 100% eléctricos. Gracias a un software de gestión de la carga se puede alimentar de forma inteligente los 88KWh con los que cuenta la instalación, dando servicio a los 10 puntos carga mennekes y 18 puntos schuko.
Este proyecto nació principalmente del impulso del CEO, Santiago Calleja, apostando por una movilidad sostenible en la ciudad de Zaragoza, y queriendo ser precursores de un cambio en la logística urbana, muy necesaria a nivel sociedad y más en una ciudad que ha visto en los últimos años actividades como el e-commerce y otros servicios de gran capilaridad, están aumentando niveles de saturación de tráfico, contaminación y ruido.
Loalco ha promovido con sus clientes, equipos de mejora de las operaciones de distribución urbana, donde el nuevo hub, cobra aún mayor importancia. Lo que a primera vista puede convertirse en un mayor coste, debido a que existe una manipulación de cross docking, en la mayoría de los casos se ha convertido en una mejora en el servicio al cliente, siendo más rápidos al poder reaccionar desde un punto más cercano al punto de entrega final y tendiendo un valor añadido que es la entrega con una menor huella de carbono. Este dato se facilita tanto al cargador como al cliente final, una hora antes de ser entregado su pedido y además se le indica la ventana horaria de 15 minutos, en la que el repartidor estará en el punto de entrega.
La descarbonización de la logística de última milla ya es una realidad, pero depende de todos.
Artículo de opinión publicado en el nº275 de Logística Profesional (pág 21)
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