Una empresa especializada en accionamientos ha apostado por Blickle en su búsqueda de ruedas para su nuevo sistema de transporte sin conductor (DTS). El equipo de ingeniería de Blickle ha desarrollado una rueda doble para carga pesada hecha a medida con un sistema de frenado especial. El componente asimila cargas pesadas de manera fiable y aporta seguridad de marcha y alta eficiencia energética.
El desarrollo de un nuevo sistema de transporte sin conductor (DTS) que fuera autónomo e inteligente impuso exigencias especiales a las ruedas. Estas debían incorporar una solución de frenado con control electromagnético. La carga útil del sistema de transporte es de 1000 kg, lo que implica que la capacidad de carga por rueda sea de unos 500kg. El sistema de transporte sin conductor (DTS) debe moverse una velocidad de 1 metro por segundo y ser capaz de elevar contenedores hasta una altura de 80 milímetros. Aquí es necesario cumplir con una exactitud en el posicionamiento de +/- 2 milímetros, lo que exige que las ruedas ofrezcan una elevada estabilidad de marcha. Además, hubo que solucionar otro reto de carácter constructivo: La distancia entre la plataforma y el suelo era solo de 30 centímetros, lo que limitaba la altura de construcción de las ruedas.
Solución a medida
Teniendo en cuenta las exigencias, el equipo de ingeniería de Blickle supo de inmediato que una versión estándar no serviría. Finalmente, los desarrolladores se decantaron por una rueda doble especial para cargas pesadas tipo LSD-GBS-82K. Desarrollaron una variante adaptada con una altura de construcción más baja y una mayor capacidad de carga. La rueda está compuesta por un soporte compacto, hecha de robusto acero fundido y piezas soldadas. La banda de rodadura elástica de poliuretano Blickle Besthane® Soft es respetuosa con el suelo y ofrece una elevada comodidad de marcha, así como una muy baja resistencia a la rodadura.
“Al no poder integrar un mecanismo de freno en la rueda, los especialistas de Blickle desarrollaron una solución novedosa. Se trata de un freno de tambor con control electromagnético basado en el principio de hombre muerto. Es capaz de asumir fuerzas de bloqueo de más de 1.700 N por rueda. El control se efectúa en un rango de tensión baja de 24 voltios. El freno está bloqueado sin corriente en la posición normal, y se abre de manera electromagnética antes de empezar a moverse. Durante el funcionamiento, el sistema de transporte sin conductor sirve de freno de emergencia gracias a su par de frenado de más 40 Nm. Esto aporta una elevada seguridad de marcha, ya que el sistema se detiene por completo ante una caída de tensión”, explican desde Blickle.
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