Un 70% de las empresas de transporte tuvo graves dificultades en 2024 para contratar transportistas, según el informe presentado por la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) sobre la escasez de conductores de camión, en el que ha encuestado a 5.100 empresas de 36 países en relación a los datos del pasado año.
A nivel global, la escasez de conductores alcanzó los 3,6 millones, datos similares a 2023, pero que muestran una tendencia preocupante debido a la mayor brecha de edad entre los conductores. En este aspecto, los conductores menores de 25 años representan el 6,5% de la fuerza laboral de conductores (promedio ponderado para 35 países, excluyendo China). En España y Polonia muestran una tasa crítica con un 3% y otros países como Italia o Alemania un 2,2 y un 2,6%, respectivamente.
Esta tendencia se mantiene a la baja, ya que el porcentaje de conductores jóvenes en relación con el total de conductores disminuyó un 5,8% entre 2023 y 2024 (diferencia en el promedio ponderado para 34 países, excluyendo Australia y China), a pesar de que la proporción de jóvenes trabajadores en la fuerza laboral general de los países analizados aumentó un 1,4% (datos de 2023 para 33 países, excluyendo Australia, China y Uzbekistán).
Sobre el mercado español, Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC y miembro del Comité de Presidencia de IRU, resalta: “Entre las grandes flotas de transporte internacional de las empresas miembro de ASTIC, solo uno de cada cuatro conductores menores de 45 años es español”.
En marcado contraste, el 31,6% de los conductores de camión tiene más de 55 años. En algunos países, el porcentaje de conductores mayores es particularmente alto: España (50%), Australia (47%) e Italia (45%). En línea con la tasa de participación laboral general de este grupo de edad, la proporción de conductores mayores de 55 años ha aumentado un 1,6% en el último año. La edad media global de los conductores de camión se ha incrementado a 44,5 años (para 35 países, excluyendo China).
En los próximos cinco años, se prevé que 3,4 millones de conductores de camión se jubilen en los países analizados. En Australia, el 21% de los conductores actuales se habrá retirado para 2029. En China, la cifra es del 18% y en Europa, del 17%. Para Australia y varios países europeos, especialmente Alemania, Italia, Eslovaquia y España, la creciente brecha estructural entre conductores jóvenes y mayores es particularmente acuciante.
La nota positiva se encuentra en la satisfacción laboral que se desprende de la encuesta realizada por IRU en colaboración con Truckfly by Michelin: de los 1.100 conductores de camión encuestados en siete mercados europeos clave, el 57% se considera “muy” o “extremadamente satisfecho”; y el 81% se declara “satisfecho” con su trabajo. Los conductores menores de 25 años presentan los niveles más altos de satisfacción laboral; y los procedentes de Reino Unido, Francia e Italia, los más complacidos con su profesión.
Los salarios suelen citarse como una de las principales razones de la escasez de conductores, pero los datos de este informe lo desmienten. Los sueldos promedio de los conductores de camión son entre un 30% y un 135% más altos que el coste de vida básico en todas las regiones. Por tanto, no existe correlación entre el nivel salarial y la escasez de transportistas. Las quejas de estos profesionales de la carretera se centran en dos ámbitos: el acceso a áreas de descanso bien equipadas y el trato recibido en las áreas de carga y descarga. El 91% de los conductores se lamentan al respecto. Ni el género ni la edad influyen en estas reclamaciones.
Umberto de Pretto, secretario general de IRU, destaca: “La crisis de escasez de conductores de camión sigue agravándose. Sin una acción consensuada y sostenida, esta bomba demográfica explotará, afectando gravemente al crecimiento económico y a la competitividad en todo el mundo. No existe una solución mágica para solucionar esta crisis, pero este informe apunta claves importantes para empezar a cerrar la creciente brecha generacional y garantizar que los conductores sean tratados con más respeto y dignidad. Los transportistas jóvenes en activo están muy satisfechos, por lo que el problema no es la retención, sino mejorar el acceso a la profesión y su atractivo, especialmente para los jóvenes. Los gobiernos deben integrar mejor las carreras de conductor profesional en los sistemas educativos; eliminar los límites de edad poco realistas para la formación y certificación; y aumentar la inversión en áreas de descanso y aparcamientos seguros y bien equipados”.
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