Los profesionales logísticos nos enfrentamos a un desafío considerable y multifacético: la reestructuración de las cadenas de suministro. La complejidad en aumento del entorno, caracterizada por factores como el incremento de los tipos de interés, los incidentes como el bloqueo del Canal de Suez o las tensiones en el sector agrario, nos obliga a centrarnos en la agilidad, flexibilidad y resiliencia.
Además de las disrupciones del contexto -que según Accenture podrían haber generado en 2023 pérdidas de hasta 920.000 millones de euros- la gestión de la cadena de suministro sigue estando sujeta a las mismas exigencias de siempre, mantener la calidad del servicio y la rentabilidad. No obstante, ahora encontramos nuevos desafíos, como la adaptación a los cambios en los patrones de consumo, la necesidad de cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 y, por supuesto, lograr la agilidad, flexibilidad y resiliencia.
En respuesta a estos desafíos, es necesario replantear las cadenas de suministro reconsiderando los puntos de origen de las mercancías, con una tendencia hacia una mayor proximidad al punto de consumo, particularmente en el contexto europeo.
En este sentido, para lograr la competitividad en las líneas de producción europeas es necesaria la implementación de automatización y robotización en procesos industriales y logísticos. Además, como ya hemos visto en los últimos años, es crucial que esta automatización sea flexible para que pueda adaptarse a los cambios en los hábitos de consumo.
De esta manera y como recoge el decálogo elaborado por el CEL, de la mano de Softdoit, la implementación de la automatización debe hacerse de una forma consciente y responsable con el estado actual de la cadena de suministro.
Para ello, la reflexión sobre este punto de partida y los planes a corto, medio y largo plazo funcionan como base sobre la que determinar, entre otros aspectos, el alcance de los procesos logísticos a replantear, el horizonte temporal y el volumen esperado.
Constituir el equipo de trabajo con el que analizar la viabilidad de la automatización, buscar las alternativas tecnológicas dentro del alcance definido y escoger el formato – fijo, programable o flexible -, son pasos imprescindibles para estudiar su viabilidad y elección.
Solo tras cumplir estos cinco aspectos, las empresas podrán embarcarse en la misión de automatizar, seleccionando los proveedores para el desarrollo e implantación, involucrando en el proceso tanto a agentes internos como externos.
A lo largo de todo este camino, la medición de los resultados resulta tan crítica como la gestión del cambio, donde la formación de todos los trabajadores afectados por la automatización juega un papel central.
En el contexto de transformación y adaptación constante que caracteriza a la cadena de suministro se hace evidente la necesidad de contar con el talento adecuado y una formación continua, tanto desde la perspectiva técnica, como de la funcional.
La evolución tecnológica y la implementación de herramientas como la automatización y la robótica móvil requieren, no solo de la infraestructura adecuada, sino también de profesionales capacitados que puedan aprovechar al máximo estas tecnologías y optimizar los procesos logísticos.
En este sentido, el Centro Español de Logística destaca como un referente en la capacitación del talento humano en la actividad acompañando a las empresas y sus profesionales. Su carácter formativo se enfoca desde la identificación de las necesidades, a través de la creación de comités y grupos de trabajo especializados; hasta la adquisición de habilidades técnicas y desarrollo de competencias estratégicas, así como la comprensión profunda de las dinámicas del mercado.
Reconocer el valor del capital humano como el verdadero motor de la cadena de suministro es fundamental para asegurar el éxito en la implementación de nuevas tecnologías y estrategias que respondan a las demandas cambiantes de los consumidores y del mercado en general.
Artículo de opinión publicado en el nº292 de Logística Profesional (pág 73)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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