Cepsa comienza a suministrar diésel 100% renovable (HVO) a clientes profesionales, tanto en sus estaciones de servicio como de manera directa en las instalaciones de varias empresas. De esta manera, potencia la descarbonización de su actividad mediante soluciones sostenibles adaptadas a sus necesidades.
La compañía ya comercializa este biocombustible de segunda generación a sus clientes profesionales (transportistas, flotas, etc.) en una estación de servicio de Madrid (situada en la autovía A-3, a la altura del barrio de Vallecas) y, antes de que finalice el año, estará disponible en otras tres localizaciones estratégicas. En 2024, su objetivo es suministrar diésel renovable en 20 estaciones de su red, situadas en los principales corredores y nodos logísticos del país.
Cedric Vigneau, director de Fleets & CRT de Cepsa, ha destacado: “En Cepsa continuamos apostando por la movilidad sostenible y queremos avanzar hacia el futuro logrando un impacto tangible desde el presente. Por ello, vamos a suministrar HVO en localizaciones estratégicas para nuestros clientes profesionales, a quienes queremos ayudar a avanzar en la descarbonización de su actividad ofreciéndoles este biocombustible de alta calidad”.
Asimismo, José Emiliano Pardo, director de Ventas Directas de Cepsa, ha subrayado: “Estamos suministrando HVO de forma directa a empresas de transporte terrestre y servicios, entre otros, con el objetivo de acompañar a nuestros clientes en su proceso de descarbonización. Seguimos impulsando así la movilidad sostenible, como uno de los principales ejes de la estrategia ‘Positive Motion’”.
La energética ya ha recibido el interés por este combustible renovable de varios clientes, entre los que se encuentran grandes compañías logísticas y compañías de distintos sectores. El HVO durante todo su ciclo de vida (desde la producción hasta su uso), logra reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 en comparación con los combustibles tradicionales. Además, su composición química es análoga a los combustibles fósiles tradicionales empleados en los motores diésel actuales, por lo que no requiere realizar modificaciones en ellos ni en las infraestructuras de almacenamiento y distribución.
La compañía produce este biocombustible de segunda generación en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina o desechos agrícolas, fomentando así la economía circular. Asimismo, con el objetivo de garantizar el suministro a sus clientes del transporte terrestre, marítimo y aéreo, va a desarrollar junto a Bio-Oils la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, mediante una inversión de hasta 1.000 millones de euros. Esta instalación, que se pondrá en marcha en 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de diésel renovable y de SAF.
Tras realizar con éxito distintas pruebas utilizando biocombustibles renovables en el transporte aéreo, marítimo y ferroviario, la consecución de este proyecto supone un nuevo avance en su objetivo de facilitar la descarbonización del transporte pesado mediante la producción de moléculas verdes. Según ha establecido en su estrategia ‘Positive Motion’, la compañía quiere convertirse en un referente de la transición energética y posicionarse en 2030 en España y Portugal en la fabricación de combustibles renovables, con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas, y la producción de hidrógeno verde, con una capacidad de electrólisis de 2 GW. Asimismo, está desarrollando en ambos países una amplia red de cargadores ultrarrápidos en sus estaciones de servicio.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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