En los últimos años, ligado al protagonismo adquirido a raíz de la pandemia y sostenido por el cambiante contexto socioeconómico, el sector ha ido ganando peso en España. Tal es la magnitud alcanzada que, solo teniendo en cuenta la actividad nacional, el transporte y la logística ya representa más del 10% del PIB.
Los últimos datos oficiales ofrecen una imagen más que positiva de una industria que, a lo largo de 2021, movió unos 111.000 millones de euros, generando cerca de 1.000.000 de empleos en España.
La trascendencia de su desarrollo en los últimos años ha llegado a traspasar fronteras, colocando, por ejemplo, al territorio catalán como el segundo europeo con más peso en el sector logístico sobre el Producto Interior Bruto, solo por detrás de Países Bajos.
No sorprende, por tanto, que el sector logístico, aparte de generador de empleo, sea una de las industrias con más salidas laborales del panorama actual justo por detrás del sector salud y el sector docente.
En este sentido, ante una tendencia sostenida en el tiempo en la que las cifras abalan el papel fundamental que jugará el sector y los profesionales que lo componen en el corto y largo plazo, entra en juego el otro lado de la balanza: el talento.
Dado que la logística y la cadena de suministro constituyen los pilares principales para el correcto desarrollo de la actividad de cualquier empresa, no resulta sorprendente que este despertara el interés de múltiples perfiles.
La logística no para de reafirmarse como protagonista del gran engranaje que es la economía mundial. No en vano, en España es líder en generación de puestos de trabajo y en él operan casi 200.000 empresas.
Los profesionales del sector, por tanto, desempeñan un papel esencial en nuestra sociedad y, en consecuencia, el talento logístico es imprescindible. Sin embargo, su carácter crítico convierte la complejidad de su gestión en un verdadero reto para el sector.
En un momento en el que el e-commerce y las nuevas tendencias, que modelan el paradigma logístico día a día, impulsan la necesidad de contratar nuevos perfiles, la industria se topa con un panorama complejo. Hace tiempo los expertos dieron la voz de alarma: falta talento.
A su compleja captación y retención se suman dos condicionantes que justifican la necesidad de centrar todos los esfuerzos en una misma dirección: el perfil actual del trabajador logístico. La industria sigue manteniéndose eminentemente masculina ya que, de cada cuatro contratos cerrados, tres están protagonizados por hombres, según Randstad.
Así mismo, el sector posee una media de edad avanzada, ya que más de la mitad de los contratos refieren a profesionales de entre 25 y 45 años, el 26,1% corresponde a mayores de 45, y solo el 16% pertenece al segmento más joven, el de los menores de 25 años.
La necesidad de hacer de este un sector más igualitario y, a la par, asegurar el relevo generacional del motor de la economía global, hace que resulte incluso más llamativo el hecho de que, aun generando empleo, queden vacantes sin cubrir. Según InfoJobs, solo por detrás de los sectores comercial y ventas, las actividades de compras, logística y almacén ocupan el segundo lugar entre las industrias con mayor volumen de vacantes en España, ostentando el 12% del total.
La prioridad de generar empleo rápidamente ha dejado paso a la necesidad de captar talento, una de las principales empresas de las compañías que, en la actualidad, vuelcan sus esfuerzos en hacer de este un entorno atractivo. Aproximadamente 6 de cada 10 empresas de logística y transporte tienen problemas para encontrar talento, lo que posiciona al sector como uno de los más afectados por el déficit de este.
Aun con elevadas tasas de paro y el aumento de creación de empleo en el sector, la falta de talento es una realidad presente en todas las empresas del ámbito.
Uno de los principales motivos es la poca visibilidad que tiene el sector en el entorno externo. En muchos contextos el concepto de la propia logística no es comprendido por la opinión pública. Lograr una mayor visibilidad del sector es un factor clave para normalizarlo y poder incorporar talento nuevo, que a la gente le llame la atención y tenga interés en participar.
El reconocimiento es otro aspecto por tratar. La visibilización del sector y la muestra de su papel fundamental en la sociedad es un factor clave para lograr llamar la atención del talento y retenerlo.
La logística es empleo. La logística es talento. Es el momento de buscar el equilibrio que asegure la estabilidad la balanza en constante movimiento que supone nuestro sector.
Artículo de opinión publicado en el nº278 de Logística Profesional (pág 21)
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
España se sitúa como el país con una menor brecha de género a nivel global con un 54,7% de trabajadores formados en IA que son hombres y un 45,2% de mujeres. En el mundo, predomina el talento masculino con un 71% sobre el 25% del femenino según el promedio global. Esto sugiere un entorno más inclusivo y con mejores oportunidades para las mujeres en el ámbito de IA en España.
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