La logística de última milla constituye cada vez más un reto crítico para ciudadanos, empresas y administraciones locales, dado su enorme impacto en materia de sostenibilidad, congestión urbana, eficiencia logística y costes asociados al transporte y distribución de mercancías en el ámbito urbano. No en vano, alrededor del 20% del tráfico en las ciudades se deriva del transporte de mercancías.
Dentro del ecosistema de la última milla conviven diferentes players, como consumidores, administraciones públicas y diversos sectores de actividad como la distribución Horeca, la paquetería de e-commerce, el retail (alimentación, moda, etc.) o el sector de distribución a farmacias y hospitales; entre otros muchos. La heterogeneidad, el tamaño del sector en nuestro país y los importantes ratios de crecimiento que viene experimentando, exigen una transformación de los modelos de transporte y distribución de mercancías que debe apoyarse en cuatro habilitadores del cambio claramente diferenciados.
Por un lado, las nuevas infraestructuras como almacenes urbanos, hubs de diferentes tipologías, buzones de entrega y recogida de paquetería y la adecuación de las zonas de carga y descarga. Por otra parte, las nuevas tecnologías y el auge de las herramientas digitales que aportan soluciones digitales que mejoran la operativa (planificación de rutas, trazabilidad y comunicación en tiempo real, etc.). En tercer lugar, la regulación por parte de las administraciones públicas, que se debe entender como elemento proactivo del cambio y de la implantación de nuevas soluciones que optimicen la logística y la distribución urbana. Por último, es clave la colaboración entre los diferentes agentes y sectores de actividad dada la complejidad del ecosistema.
En este contexto, cobra especial relevancia la identificación de nuevos modelos logísticos de distribución de última milla, como las plataformas digitales para gestionar las zonas de carga y descarga, el uso de vehículos eléctricos para el reparto en las ciudades, el reparto de mercancías en horario nocturno cuando sea posible, los centros logísticos colaborativos y automatizados, la aplicación de bases de datos digitales para conocer la regulación en materia de restricciones y adecuaciones de las variables de movilidad, las entregas de mercancías en medios de transporte público, los sistemas de telemetría para la medición de la conducción y rutas de reparto o el despliegue de medios autónomos o semi-autónomos de distribución urbana; entre otros.
Según estimaciones de Deloitte, la aplicación combinada de los diferentes modelos y soluciones logísticas de última milla podría reducir las emisiones un 40% y mejorar la congestión urbana y la eficiencia de los costes logísticos en un 30% y un 20% respectivamente.
Es imprescindible que todos los actores implicados en el ecosistema se apoyen en los habilitadores del cambio y afronten el despliegue coordinado y consensuado de los nuevos modelos logísticos de distribución de la última milla para poder abordar con garantías de éxito la transformación del sector. En el proceso, entran en juego factores como la concienciación del consumidor respecto a la gratuidad de los envíos, la necesaria implicación de las administraciones públicas a la hora de regular las soluciones implementadas o el desarrollo de alianzas y colaboraciones público-privadas. Asimismo, es indispensable la aplicación de tecnologías como la geolocalización, el big data o la robotización; además de aumentar la inversión en la modernización y digitalización de las infraestructuras.
El sector ya estaba demandando con urgencia una fuerte transformación antes de la pandemia y la situación se ha acelerado aún más con los cambios que hemos sufrido en los últimos dos años, por lo que la transformación de la última milla debe ser abordada de manera urgente e integral y debe involucrar a todos los agentes y actores implicados.
Artículo de opinión publicado en el nº276 de Logística Profesional (pág 43)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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