En un encuentro organizado por Amazon, Logística Profesional ha tenido la oportunidad de conocer en profundidad la operativa del centro MAD7 con el que la compañía cuenta en la localidad toledana de Illescas. Un centro logístico robotizado con más de 25.000 referencias de producto y en el que trabajan más de 1500 asociados (así llaman en Amazon a sus trabajadores), en tres turnos 24-7 - mañana, tarde y noche-.
El centro gestiona alrededor de 550.000 pedidos de media al día que envían a otros centros logísticos, en este caso no va al cliente final. Trabajan bajo el llamado ‘caos ordenado’ tan característico de la compañía. Se trata de almacenar en pods (estanterías de cuatro caras con baldas y huecos de distintas dimensiones) la mercancía. A través de la automatización del almacén y la robótica implementada los pods viajan por la zona robotizada de manera completamente autónoma y cuando es necesario acuden a los puestos de almacenaje o retirada de producto para que los operarios de manera manual (pero con indicaciones del sistema) retiren o introduzcan la mercancía.
Los robots que operan en el centro de Illescas son robots propios de Amazon, denominados ‘Hércules’. La compañía dispone de un centro de investigación en Milán en el que desarrollan este tipo de tecnología, entre otras innovaciones.
Es el quinto centro robotizado de Amazon en España, sumándose a los tres centros logísticos de estas características en El Prat (Barcelona), Dos Hermanas (Sevilla), y Corvera (Murcia), así como a un centro de distribución robotizado en Barberá del Vallés (Barcelona). Fue inaugurado septiembre 2021 y gestiona pequeños productos, de menos de 15 kilos y con unas dimensiones determinadas, deben caber en los llamados ‘totes’, las cajas de plástico que funcionan como contendores para transportar los pedidos dentro del centro.
Amazon tiene previsto abrir en los próximos cinco años más centros robotizados en Zaragoza, Asturias, Badajoz, Onda (Castellón), y Gerona.
Sobre en una parcela de 200.9000 metros cuadrados, de los cuales el centro logístico ocupa alrededor de 180.000 metros cuadrados (115.000 de ellos son robotizados), la instalación se ha construido con la sostenibilidad como eje fundamental, con tecnologías de ahorro de energía integradas que permiten reducir la huella global de CO2. Cuenta con paneles solares en todo el tejado para suministrar el 100% de la energía que necesita el edificio durante las operaciones, y los sistemas de bajo consumo energético -como los LED- proporcionan una excelente iluminación a los asociados.
El centro cuenta con la integración de sistemas de recuperación de calor y energía en los sistemas de ventilación, mientras que las ventanas, el tejado y las fachadas cuentan con una alta eficiencia térmica para garantizar el aislamiento. El edificio dispone de una certificación BREEAM ‘muy buena’.
La compañía prioriza la seguridad y la salud de los empleados por encima de todo. El centro de Illescas registra de media 40 sugerencias de sus empleados a la semana, se trata de un sistema implementado desde el inicio por el cual la compañía valora las propuestas de sus asociados de cara a implementarlas con objeto de mejorar el trabajo diario. “Hay propuestas que tras valorarse se han instaurado en todos los centros de la compañía, consejos que vienen directamente de los asociados”.
Además, cuenta con diferentes sistemas de seguridad innovadores para la protección de sus empleados. Como ejemplo, un elemento de radiofrecuencia que incorporan en el chaleco los asociados que trabajan en la zona robotizada, “se trata de un sistema para posicionar al asociado, evitando que los robots se acerquen al persona generando un perímetro de seguridad a su alrededor”, describen desde Amazon. O las pantallas con los consejos de seguridad que hay ubicadas por todo el centro “se trata de pantallas en las que aparecen consejos de seguridad, si ha pasado algo concreto en las últimas semanas intentamos potenciar la comunicación sobre ello en estas pantallas para que no se vuelva a repetir”.
Por otra parte, hay que destacar que Amazon desde el inició de la pandemia ha invertido 150 millones de euros en iniciativas relacionadas con la Covid-19 dirigidas a preservar la seguridad de sus empleados en todo el mundo y hacer llegar los artículos a los clientes. Esto incluye una inversión en medidas como controles de temperatura, mascarillas, guantes, mejora de la limpieza y el saneamiento, pruebas, etc.
En términos de tecnología, las compañías incorporan sistemas de inteligencia artificial y análisis predictivo, además están adoptando medidas para reducir su impacto medioambiental y cumplir las regulaciones internacionales, y cómo no puede ser de otra manera buscando personal cualificado.
Bluebird mantendrá una administración independiente, y por su parte TSC Auto ID contribuirá a optimizar su sistema de gestión, generar sinergias mediante la integración de las hojas de ruta de los productos, fortalecer el soporte técnico y desarrollar iniciativas conjuntas en los ámbitos comercial y de marketing.
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