A pesar del buen momento que vive el sector de las carretillas elevadoras, la situación logística actual puede ocasionar retrasos en entregas, aumento de los costes de la actividad y reducción de los márgenes de beneficio de las empresas de la industria. Así se ha puesto de manifiesto en la primera Asamblea General presencial celebrada por la Asociación de Empresas de Carretillas Elevadoras (AECE) desde el inicio de la pandemia, donde se ha hecho un repaso por el panorama actual del sector para abordar los principales retos a los que este se enfrenta en la actualidad.
Retos como los problemas de suministro, la falta de materias primas, semiconductores y la crisis energética no han empañado, no obstante, el buen momento que vive el sector gracias a que la ocupación de los parques de alquiler y el volumen de negocio en la postventa son óptimos, y que las ventas también se están comportando de forma satisfactoria. Así lo ha reflejado el secretario general de AECE, Juan Pablo Viniegra, que ha lanzado un mensaje de optimismo, ya que la industria seguirá creciendo a lo largo del próximo año.
En esta asamblea general se ha presentado también el catálogo de servicios de AECE, donde se pueden encontrar diferentes proyectos y servicios que pone a disposición de sus socios, entre los que destacan servicios de lucha contra la morosidad y los robos, formación de operadores de carretillas elevadoras, recobro de deuda a través de despacho de abogados o acuerdos de colaboración con AENOR y UNE, entre otros.
Asimismo, se han dado a conocer los próximos proyectos de la asociación, entre los que destacan la formación de técnicos, la FP Dual y el plan de ayuda, que reúne todas las solicitudes que se remitirán a las instituciones y al Estado para ayudar al sector de las carretillas.
Tras la Asamblea General se ha llevado a cabo la tradicional entrega de premios anual y homenajes, así como un agradecimiento especial a la alianza Eleva, por el trabajo en equipo realizado durante la pandemia.
El presidente de AECE, Luis Manuel de Sancha, ha cerrado el acto recalcando la importancia de la unión de todos los actores para luchar por los intereses comunes, incluyendo a los fabricantes y a las asociaciones de la Alianza Eleva.
Uno de los principales problemas es que, a menudo, en estos establecimientos no hay espacio dedicado a la carga y descarga, lo que significa que los conductores no pueden trabajar en un entorno seguro. Estos denuncian que a veces no tienen más remedio que descargar los vehículos en medio de la calle, con el tráfico pasando a su lado a una velocidad de hasta 70 km/h.
Comentarios