La Comisión Europea va a impulsar una iniciativa legislativa comunitaria para acelerar la adopción de vehículos de cero emisiones en las flotas corporativas. La entidad considera que, aunque ya existen medidas que se pueden tomar a nivel local, regional y nacional y que aportan beneficios inmediatos, esta medida proporcionaría un marco jurídico necesario a largo plazo para el sector del automóvil en su conjunto.
El objetivo de la comisión es promover esta iniciativa en el segundo semestre de este año, según ha señalado en la comunicación ‘Descarbonización de las Flotas de Vehículos’ remitida al Parlamento y Consejo Europeos. La intención es “aumentar la proporción de vehículos de emisión cero en las flotas corporativas” con el propósito de “aportar importantes beneficios en términos de reducción de emisiones, competitividad para los fabricantes de equipos originales europeos y, si se acompaña de políticas adecuadas, también en términos de equidad en la transición climática”.
El documento refleja la preocupación de la entidad por el envejecimiento actual de la flota de transporte, ya que la edad media de los camiones en la UE es de 14 años, con un mercado de camiones usados de aproximadamente el doble del tamaño que el mercado de nuevos, y con una clara dinámica de primer uso en el norte y oeste de Europa, mientras que la segunda o tercera vida se da con usuarios en el sur y este de Europa. En España, los camiones rígidos se aproximan a los 15 años de media y las tractoras a los 9 años, como señala Fenadismer, lo que supone prácticamente duplicar la existente en 2007.
En la preparación de la iniciativa legislativa, la Comisión examinará distintos aspectos, como son los relativos al tipo de entidades, vehículos y flotas que se priorizarán, el nivel de ambición, el impacto en la contaminación atmosférica, la dimensión territorial, la evaluación de las tecnologías y el impacto de la masa y los volúmenes en las emisiones, así como la necesidad de garantizar la competitividad al tiempo que se reducen las cargas administrativas para las empresas y, en especial, para las pymes.
Esta propuesta ya ha recibido el rechazo de varios Estados miembros. Matteo Salvini, ministro de Transportes italiano, junto con sus homólogos de Bulgaria, Chequia y Eslovenia, han remitido una carta conjunta, en la que señalan su preocupación por el posible establecimiento legal de la compra obligatoria de cero emisiones para los operadores privados, ya que a su entender “seguir una estrategia exclusivamente eléctrica y obligar a los propietarios de flotas a comprar ciertas cuotas de vehículos de cero emisiones alterará las cadenas de suministro, aumentará los costos, retrasará la renovación de las flotas y exacerbará la escasez de mano de obra”.
Por ello, como alternativa proponen apostar por la neutralidad tecnológica, esto es, por permitir un espacio adecuado a los combustibles alternativos, ya que “los ambiciosos planes de la UE para descarbonizar el transporte deberían centrarse en un nuevo curso de acción destinado a reducir las intervenciones en la economía de mercado que pueden producir efectos colaterales negativos”.
La previsión para España es que el comercio global aumente un 2,4% en el periodo 2024-2029. Durante el pasado año, el país gestionó 878.580 millones de dólares en comercio mundial, un 46,7% procedente de las exportaciones (410.180 millones de dólares) y un 53,3% de las importaciones (468.400 millones de dólares).
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