El 56,3% de las empresas que todavía no han implantado una solución eCMR tiene previsto hacerlo en el corto plazo, ya que consideran que la digitalización de los documentos de transporte resolvería problemáticas que ahora se dan con el modelo tradicional.
Además, estas mismas empresas consideran que el eCMR mejoraría los flujos de gestión de los centros logísticos, mejoraría la trazabilidad y seguimiento de las cargas y, además, mejoraría las relaciones con clientes, proveedores y con la Administración.
Asimismo, en el estudio ‘Grado de Implantación del eCMR en España’, fuente de estos datos, se refleja una muy positiva percepción de la adopción generalizada del eCMR por parte de la industria del transporte.
Si estos datos son tan halagüeños, ¿por qué solo un 6% de las empresas han adoptado el eCMR hasta la fecha?
A la hora de realizar este estudio de manera conjunta con el CEL intuíamos los datos de implantación que nos íbamos a encontrar. Por ello, lo relevante de este estudio sectorial es entender qué está fallando y por qué se le da mayor valor a la obligatoriedad que a los múltiples beneficios que reporta el eCMR.
Con todo el análisis realizado podemos decir que la causa de la baja penetración del eCMR en España es la incertidumbre. No hablamos de incertidumbre tecnológica, porque ya disponemos de casos de uso que muestran su viabilidad, ni de incertidumbre respecto a su retorno, ya que hemos constatado que toda la industria conoce sus bondades. Hablamos de incertidumbre frente a los cambios regulatorios y a la falta de homogeneidad de criterios entre los diferentes actores, plataformas y administraciones.
Esto es algo totalmente entendible cuando la fecha de entrada en vigor de la Ley de Movilidad Sostenible, norma que obliga a utilizar el documento electrónico de transporte, se ha dilatado en el tiempo y, en estos momentos, todavía no hay certeza de cuándo se hará efectiva.
Sin embargo, la industria debe superar el plano normativo y entender que el eCMR es un beneficio para todos y, en cambio, no perjudica a nadie.
Además, el Convenio eCMR ya incluye a 37 países del entorno europeo y el Reglamento eFTI insta a eliminar el papel en la gestión documental, por lo que su validez está garantizada en el exterior.
Otro punto importante a tener en cuenta es que se debe poner en marcha una estrategia de formación e información impulsada desde el ámbito público e implicando al privado con el objetivo de disipar las dudas en torno al respaldo regulatorio y jurídico del eCMR, completamente garantizado con la modificación del ROTT en junio de 2023.
Así, conociendo los beneficios y con todas las garantías aseguradas, la obligatoriedad no debería ser el driver para adoptar el eCMR, sino las enormes ventajas que su aplicación tiene para todos los actores de la cadena.
El eCMR reporta tantos beneficios que esperar a la obligatoriedad resulta incongruente si el objetivo es crecer, mejorar y ser más competitivo.
Artículo de opinión publicado en el nº297 de Logística Profesional (pág 54)
Las empresas requieren soluciones intralogísticas que puedan adaptarse de forma rápida y eficiente a los cambios del mercado. Esto implica que las innovaciones más exitosas sean las que ofrezcan esa capacidad de adaptación, ajustándose tanto a las necesidades particulares de cada negocio como al ritmo de transformación de la industria.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
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