El Parlamento Europeo aprobó en su último plenario en el mes de abril su posición sobre el nuevo Reglamento europeo de lucha contra la morosidad, que establecía como regla general la reducción del plazo máximo de pago a 30 días, y el establecimiento de un régimen sancionador para todos los sectores económicos.
Sin embargo, la aprobación del texto ha sido eclipsada por la propuesta de un texto alternativo por parte del Gobierno belga, que preside la Unión Europea, y que plantea modificaciones para aligerar el texto del Parlamento y entre las que se encuentra reconvertir la norma en una Directiva en vez de un Reglamento, lo que ocasiona una fragmentación de su aplicación, o la de ampliar el plazo máximo de pago a 30 días para numerosos sectores económicos así como eliminar muchas de las medidas propuestas destinadas a dotar de transparencia a las relaciones comerciales entre las empresas.
Para la aprobación definitiva del nuevo Reglamento europeo se precisa el acuerdo conjunto del Parlamento europeo y del Consejo. Fenadismer confía en que finalmente los Estados miembros consensúen una regulación en esta materia que proteja los intereses y necesidades de la parte más débil en las transacciones comerciales, principalmente autónomos y microempresas, que son las que más sufren las situaciones de abuso que actualmente se dan en materia de morosidad.
El Observatorio permanente de la morosidad que Fenadismer elabora mensualmente en colaboración con la Fundación Quijote para el Transporte, ha reflejado un aumento en los plazos de pagos a transportistas en abril, tras varios meses de reducciones, situándose en 66 días de media.
Así, durante el pasado abril, las empresas cargadoras e intermediarias que incumplen la legislación sobre morosidad, en el 65% de los casos los excesos de plazo de pago son leves, esto es, entre 60 y 90 días. Sin embargo, en el lado opuesto hay todavía un 7% de empresas incumplidoras que aún pagan a 120 días, aunque inferior al que se producía en 2022, en el que esta franja de incumplimiento se situaba en más del 20%. En cuanto a los medios de pago que son utilizados más habitualmente para el pago de los servicios de transporte, continúan siendo por este orden la trasferencia (70%), seguido del confirming (25%), el pagaré (5%) y el cheque (<1%).
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
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