Tanto el régimen sancionador de lucha contra la morosidad en el sector del transporte por carretera que entró en vigor a finales de 2021, como la actividad desarrollada por los Servicios de Inspección de Transporte en este ámbito, están logrando mejorar de forma sustancial la situación de los plazos de pago a los transportistas.
Si bien aún no se ha alcanzado el objetivo de que todos los cargadores e intermediarios cumplan íntegramente los plazos máximos marcados por la legalidad vigente, esto es, un máximo de 60 días desde la prestación del servicio, sin embargo, se observa una tendencia muy positiva de reducción de los plazos en comparación con otros sectores de actividad, que llegan a triplicarse e incluso cuadruplicarse.
Así, el pasado mes de abril, según informan desde Fenadismer, se situó en 67 días de media, 2 días menos que en el mes anterior.
Además, se consolida la tendencia iniciada el mes pasado de que el número de empresas cargadoras e intermediarios que cumplen la legislación sobre morosidad son superiores a las que incumplen, en concreto un 51% frente al 49% respectivamente, aunque de éstas un 23 % siguieron pagando inadmisiblemente a más de 120 días, esto es, a más de 6 meses.
En cuanto a los medios de pago que son utilizados más habitualmente para el pago de los servicios de transporte, continúan siendo por este orden la trasferencia (69%), seguido del confirming (26%), el pagaré (4%) y el cheque (<1%).
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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