La crisis sanitaria ha transformado radicalmente gran parte de los hábitos de los consumidores. En particular, la pandemia ha acelerado algunas tendencias que ya se estaban gestando desde hace años, pero que han encontrado un momento propicio para desarrollarse a raíz de los acontecimientos que se están viviendo desde finales de 2019. En concreto, el canal online ha vivido con los confinamientos y las medidas de aislamiento un crecimiento descomunal. Durante la pandemia, el comercio electrónico ha incorporado a nuevos colectivos como los mayores que hasta ahora parecían reticentes a comprar a través de internet.
De igual modo, los clientes también han empezado a comprar online productos que hasta ahora eran de consumo específico a través del canal físico, como los de alimentación y frescos.
Además, la crisis sanitaria también ha introducido toda una serie de cambios en la operativa de envíos domiciliarios de última milla, con protocolos de entregas cero contacto y un mayor control de la recepción para evitar fallidos y asegurar los servicios, entre otros aspectos.
Muchos de estos cambios son puramente coyunturales, pero otros tienen visos de permanecer en el tiempo, haciendo evolucionar las cadenas de suministro hacia entornos omnicanal, en los que la flexibilidad y la resiliencia serán factores clave.
Además, otra tendencia que ha llegado para quedarse es la digitalización de la actividad logística y de transporte.
En este sentido, operadores y transportistas necesitan cada vez más herramientas que les una capacidad de integración con soluciones de gestión, dado que es vital recibir toda la información relacionada con las direcciones de entrega, los compromisos horarios, la tipología de las mercancías y la relación de productos.
Por otra parte, los optimizadores de rutas también se han convertido en programas imprescindibles, ya que la última milla necesita de un sistema inteligente que permita determinar cómo llegar al destino de la forma más eficiente.
Así mismo, las herramientas de visibilidad en tiempo real se han instalado como un mustpara operadores logísticos y transportistas. Gracias a ellas se puede canalizar todo el caudal de datos que genera la cadena para disponer de información en tiempo real que faciliten una inmediata toma de decisiones.
Además, la visibilidad también permite ofrecer información adecuada y a tiempo real al cliente que, de este modo, se coloca en el centro de toda la cadena.
Por otra parte, la logística inversa también constituye un elemento clave para los servicios de última milla, en los que la sostenibilidad y la gestión de las devoluciones son factores que cada vez preocupan a más clientes del canal online.
En definitiva, el uso de herramientas tecnológicas adoptadas con partners tecnológicos especializados aporta toda una serie de beneficios a los servicios de reparto de última milla entre los que se encuentran una mejora de la visibilidad en los envíos, especialmente gracias a herramientas completas y totalmente personalizables como Fieldeas Track and Trace, una optimización las rutas de entrega, así como una mayor transparencia y trazabilidad.
Todo ello redunda, por un lado, en una mejor atención al cliente, al que se ofrece una visibilidad integral y a tiempo real de sus envíos, así como una gran flexibilidad en las entregas.
Por otro lado, también ofrecen mejoras operativas entre las que destacan un aumento de la productividad, una reducción de emisiones contaminantes y, finalmente, una mayor rentabilidad y competitividad.
Artículo de opinión publicado en el nº275 de Logística Profesional (pág 23)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
Comentarios