Ya han pasado dos años desde el inicio de la pandemia y, aunque la mayoría de las plantas de producción han vuelto a funcionar, los efectos negativos siguen teniendo consecuencias. La Organización Mundial del Comercio (OMC) mejoraba a finales del 2021 sus previsiones del volumen del crecimiento mundial de mercancías al 10,8% en 2021 (frente al 8,0% previsto en marzo de ese año), seguido de un aumento del 4,7% en 2022. Según la OMC, el resurgimiento de la actividad económica mundial en 2021 hizo que el comercio de mercancías superara el nivel máximo anterior a la pandemia, aunque este crecimiento se moderará según se vaya ajustando a su tendencia a largo plazo anterior a la pandemia.
“En la economía global actual, un producto se fabrica, se almacena, se distribuye y se utiliza en una ubicación regional distinta o incluso en un continente. Pero supongamos que un almacén deja de estar disponible por un tiempo, o una fábrica cierra debido a la pandemia, existe un riesgo alto de que los niveles de producción no puedan satisfacer la demanda, lo que genera un importante impacto negativo en el canal de ventas” explica Juan Leal Cárdenas, director general de Lexmark para España y Portugal.
A pesar de los pronósticos de mejora, muchas empresas siguen enfrentándose a los retos que suponen los retrasos en la cadena de suministro y el impacto que esto tiene para la continuidad del negocio. Los expertos, recogen 5 claves para garantizar la continuidad de negocio frente a los retos de la cadena de suministro.
En primer lugar, la durabilidad incorporada. Una decisión que los socios de canal pueden tomar activamente es la de suministrar a sus clientes productos diseñados desde el principio pensando en la durabilidad. Cuando los productos se diseñan intencionadamente para que sean robustos y duraderos, tienen una vida útil más larga y es menos probable que se estropeen o necesiten reparaciones, lo que reduce la posibilidad de que los clientes tengan que sustituir urgentemente sus dispositivos cuando existen retrasos en el suministro. Los dispositivos inteligentes que están conectados a la nube pueden ayudar a los clientes a saber cuándo es necesario reparar las soluciones de hardware, mejorando el proceso de toma de decisiones.
Le sigue el reacondicionamiento. A pesar de que el sector industrial aún no ha llegado a este punto, un mercado sólido de reacondicionamiento significaría que los dispositivos reacondicionados certificados podrían ser una alternativa viable a los nuevos. Para que este mercado despegue, los productos deben ser modulares, de forma que un dispositivo al final de su vida útil pueda actualizarse con el último firmware y software, así como integrar las últimas funcionalidades de seguridad.
En tercer lugar, la gestión remota. Si los dispositivos están conectados a través de plataformas en la nube, muchos servicios pueden prestarse sin que los técnicos estén físicamente en el lugar. Esto no sólo es más seguro para el personal, sino también una forma rentable de realizar el mantenimiento y las actualizaciones, que pueden anticiparse y prevenir problemas antes de que se produzcan, ya sea en cuanto al estado del dispositivo como a la falta de consumibles.
Además, hay que tener en cuenta la elección del proveedor. Cuando se interrumpe el funcionamiento normal del negocio, los proveedores globales tienen una ventaja, ya que pueden transferir los procesos de fabricación entre sus múltiples ubicaciones que pueden recalibrar sus funciones según sea necesario. Cuanto más grande sea la empresa, mejor será su visibilidad de lo que ocurre en su cadena de suministro, lo que les debería permitir tomar decisiones que ayuden a sus socios. Aún más importante es que el fabricante debe ser dueño de su propia tecnología, lo que le permitirá hacer cambios de diseño si es necesario y le ayudará a adaptarse a grandes interrupciones en la cadena de suministro, para seguir abasteciendo a su propio canal de ventas.
Y, por último, el partnership. Una estrecha colaboración entre los proveedores de tecnología y los socios de canal puede ayudar a mitigar los retos actuales de la cadena de suministro y proporcionar mayor confianza. Los mejores programas de canal ofrecerán recursos y herramientas de formación, asesoramiento en marketing, e incluso pueden aportar ideas innovadoras para reforzar la relación con los clientes, como posicionar a los socios como expertos en el sector a los que los clientes pueden acudir para buscar soluciones.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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