Como ya es evidente, la escasez de materias primas están encareciendo los precios y así lo refleja la opinión de David da Silva: “De forma generalizada, estamos experimentando una evolución que acompaña el mercado. Hemos sufrido incrementos en toda la gama producida en Asia, no sólo por la escasez de materias primas, ya que también acusamos la alta demanda logística. Sin embargo, la gama producida en la planta de Alemania hasta el momento ha sido capaz de mantener cierta estabilidad”.
En lo que respecta a la escasez y el retraso de los contenedores que llegan desde Asia y los posibles problemas con el suministro de piezas, el Key Accoount Manager de Doosan, explica: “Quizás debido al soporte de los almacenes en Europa, en la parte de recambios aún logramos gozar de buena respuesta. Acusamos más estas dificultades en la importación de la maquinaria”.
Las ventas de carretillas eléctricas frente a las térmicas siguen imparables, por sostenibilidad y por otros factores, pero parece que los costes de la electricidad no son los que están marcando el ritmo y David da Silva comenta: "Creemos que el mercado de las carretillas térmicas se está empujando a perder terreno frente al segmento de las eléctricas, pero al menos hoy, hay aplicaciones que no pueden ser sustituidas, y no estamos hablando solamente de gran tonelaje. Aunque sí está evolucionando el producto eléctrico para que puedan cumplir en aplicaciones del segmento donde antes no se planteaba. El mercado ya había cambiado en este aspecto, quizás esto sea otro impulso”.
Hablando sobre la evolución del segmento de las carretillas térmicas, desde luego, la Covid-19 y las normativas han influido considerablente. “El mercado está en una fase de cambio de ciclos, los precios han incrementado drásticamente con la llegada de la normativa de gases contaminantes Euro V. Con la Covid-19 se abrió una moratoria para la aplicación de la norma, quizás los fabricantes que ya estaban preparados para iniciar con una nueva gama han tenido más dificultades para competir en el sector de las térmicas. Las máquinas de combustión interna se han nivelado mucho en precios con las eléctricas”, subraya da Silva.
Artículo publicado en el nº 270 de Logística Profesional, página 62.
Uno de los principales problemas es que, a menudo, en estos establecimientos no hay espacio dedicado a la carga y descarga, lo que significa que los conductores no pueden trabajar en un entorno seguro. Estos denuncian que a veces no tienen más remedio que descargar los vehículos en medio de la calle, con el tráfico pasando a su lado a una velocidad de hasta 70 km/h.
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