AMDPress.- El Grupo Alfaland lleva en Portugal desde el año 1991 y tiene como principales clientes a Autoeuropa (Grupo Volskwagen), Central de Cervejas, Repsol, BP, Petrogal, Portucel, Liscont, Santa Apolonia, Henkel, Schnellecke y Salvesen Logística, entre otros. Recientemente, ha incorporado a dos nuevos responsables con el objetivo de consolidar su presencia en el mercado portugués como proveedor de soluciones integrales para la logística.
Así, Manuel Carvalho es el nuevo director comercial de la División de Equipos del Grupo Alfaland en Portugal. Carvalho acumula una experiencia en este mercado desde 1984. Su último cargo directivo fue como gestor de grandes cuentas en la empresa Barloworld Stet (Portugal). João Rodrigues es el nuevo Responsable Comercial de la División de Sistemas del Grupo Alfaland en Portugal y hasta ahora había desarrollado su labor en el área comercial de la delegación norte en la empresa Zetes Burótica.
El Grupo Alfaland ha renovado su estructura directiva en Portugal con la intención de aumentar su cuota de mercado en dicho país. El Director General de Alfaland Sistemas, Antonio Rodríguez, ha explicado el objetivo de esta nueva etapa: “Consolidar la presencia de las dos divisiones del grupo en el mercado ibérico de una forma integrada, para lo que resulta estratégico el incremento de las actividades en Portugal”.
Rodríguez ha añadido que el mercado portugués tiene unas características diferentes al español. En concreto, ha especificado que la principal diferencia es la distinta fase del ciclo económico: “Tras unos años de crisis, en el primer semestre del presente ejercicio la economía portuguesa muestra una tendencia clara de recuperación. Esta situación nos motiva a invertir en Portugal, aprovechando las perspectivas favorables”.
Uno de los principales problemas es que, a menudo, en estos establecimientos no hay espacio dedicado a la carga y descarga, lo que significa que los conductores no pueden trabajar en un entorno seguro. Estos denuncian que a veces no tienen más remedio que descargar los vehículos en medio de la calle, con el tráfico pasando a su lado a una velocidad de hasta 70 km/h.
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