Cuando un temporal sobre el Canal de la Mancha impedía las comunicaciones entre Reino Unido y el resto de Europa, los medios británicos informaban de que Europa había quedado aislada del país. Hace ya más de año y medio que el conocido como Brexit entró en vigor y conforme a esta forma de verlo, la Unión quedó aislada de Reino Unido. Más de un año después, lejos de haber logrado fortalecerse y prosperar, la realidad es que hoy en Reino Unido las carencias de importaciones han llegado al punto de que incluso se racionan los combustibles. Esta situación se debe principalmente a tres factores estrechamente ligados al transporte.
Cuando un transportista lleva un camión con mercancías desde Nápoles hasta Liverpool, por ejemplo, durante el camino va recogiendo y entregando más mercancías dentro de su ruta: el camión, una vez descargado en Liverpool, recogerá carga y la irá llevando a otros destinos mientras sigue su ruta de nuevo a Nápoles en una práctica denominada cabotaje.
Tras el Brexit, dadas las regulaciones de importaciones, son pocos los transportistas a quienes les sale rentable viajar a Reino Unido y, por tanto, esta labor de cabotaje se ha visto enormemente reducida.
El Brexit prometía además un Reino Unido hecho por y para los británicos, sin una inmigración que se llevara la riqueza del país u ocupara sus puestos de trabajo. Sin embargo, la realidad es que los profesionales del transporte en su mayoría eran extranjeros y, una vez se les han puesto trabas para trabajar en la isla, se han marchado. Se estima que en este momento hacen falta en torno a cien mil camioneros para hacer frente a la demanda de transporte de Reino Unido. Si el país no tiene profesionales, expulsarlos a base de regulaciones no parece haber sido la estrategia correcta.
Por último, el comercio electrónico crece más y más cada día, lo que implica una mayor necesidad de transporte y además ofrece a los profesionales del sector alternativas a una vida en la carretera. Quien reparte mercancías en la última milla puede disfrutar de su familia a diario, mientras que el profesional que debe recorrer varios países en su entrega, lo hará algunas veces al mes. Reino Unido vive un aumento de demanda de transportistas ligado a una falta de incentivos para el transporte de larga distancia.
La Unión no solo ha traído consigo grandes eventos diplomáticos en Bruselas, sino que en muchos aspectos ha beneficiado a sus miembros en el marco de un mercado común que, en el caso del transporte, ha sido muy beneficioso. En el momento en que estas ventajas de formar parte de la Unión -menos visibles que la pompa de las doce estrellas sobre fondo azul- desaparecen, se observa claramente cuál es el beneficio de trabajar juntos por una Europa mejor. Podemos decir por tanto, siguiendo el ejemplo de los medios británicos que, en este temporal del Brexit, Reino Unido ha quedado aislado de Europa.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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