España registró el pasado 21 de julio un máximo histórico en el precio del mercado regulado de la electricidad, con 106,57 euros MWh, convirtiendo la factura del pasado mes de julio en una de las más caras del año. A estas subidas se une la nueva tarificación del consumo eléctrico a la que todavía estamos acostumbrándonos. En este sentido, ei energía independiente, compañía pionera en soluciones de energía inteligente, especializada en autoconsumo fotovoltaico del Grupo Galp, ha realizado un estudio en España para analizar el nivel de conocimiento de la población sobre su actual factura. El estudio revela que solo dos de cada diez españoles (21%) están conformes con el importe de su factura.
En el caso de los clientes de autoconsumo del ámbito empresarial e industrial, para las pymes que tuvieran una tarifa 3.0A, el ahorro sería proporcionalmente superior al incremento de la tarifa, gracias a que los nuevos periodos de hora punta estarán más sincronizados con los periodos de producción solar.
Esta tarifa 3.0 A facturaba en tres periodos, punta (P1 y P4 en festivos), llano (P2 y P5 en festivos) y valle (P3 y P6 en festivos). La nueva tarifa 3.0 TD establece ahora 6 periodos tarifarios, distribuidos en cuatro temporadas en función del mes, (alta, media alta, media y baja). Cada uno de los periodos contará con un precio diferente siendo el precio del periodo 1 (1) el más caro y el del periodo 6 (6) ), el más económico. En cuanto a las temporadas, cada mes tendrá asociados tres periodos, siendo siempre común el P6 para los periodos nocturnos, y variando en función del mes el resto de los periodos de aplicación.
En las tarifas 3.0A, cuando el maxímetro -que registra la potencia máxima utilizada en períodos de 15 minutos (registros cuarto-horarios) durante un periodo de 30 días- registraba un consumo mayor a la potencia contratada, se aplicaba un recargo. La fórmula de cálculo de esos excesos de potencia se ha actualizado. En consumidores de menos de 50 kW de potencia contratada la fórmula es similar, facturándose sobre la máxima medida cuarto, mientras que para los mayores de 50 kW la fórmula agrega todos los excesos del mes, en vez del máximo, y en base a estos calcula el total del término de los excesos. En general, esto es beneficioso, dado que si los excesos se producen de forma puntual la penalización no será tan grande como podía ser antes.
En el caso de aquellas pymes con suministro en media tensión, es decir, con tarifa 3.1 A (como granjas o pequeñas explotaciones agrarias), pasarán automáticamente a tener una tarifa 6.1 TD. Al igual que en el caso de las tarifas 3.0A el ahorro en aquellos usuarios de autoconsumo será proporcionalmente superior al incremento de la tarifa, gracias también a que los nuevos periodos de hora punta estarán más sincronizados con los periodos de producción solar. Por otra parte, para estas tarifas se sustituye la tradicional facturación a través de maxímetro, por una fórmula similar a la de las antiguas tarifas 6.1A, donde se agregan todos los excesos de potencia en lugar de facturarse por el máximo cuarto-horario del mes. Esto permite aprovechar la fotovoltaica para optimizar las potencias contratadas con un riesgo inferior.
Por último, las grandes industrias, almacenes o fábricas (tarifas 6.1 A) que ya hacen uso del autoconsumo van a verse beneficiadas por dos motivos. Por un lado, porque el cambio de tarifa puede suponer un ahorro directo y, por otro, porque los sistemas de autoconsumo serían incluso más rentables debido, nuevamente, a la nueva distribución horaria de los periodos tarifarios.
Anteriormente, la tarifa 6.1 A contaba con seis periodos de discriminación horaria (no eran adaptables, supongo que nos referimos a que el cliente podía intentar adaptarse, pero me ha parecido confuso). Estas tarifas aplicaban a todos los suministros en media tensión con una potencia contratada superior a 450 kW en al menos uno de los seis periodos. La nueva tarifa 6.1 TD mantiene estos seis periodos (siendo P1 el más caro y P6, el más barato) y se dividirá en cuatro temporadas por año. En este caso, la penalización por excesos de forma potencia se facturará de análoga a como se hacía tradicionalmente.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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