La logística farmacéutica desde siempre se ha enfrentado a condiciones muy peculiares y con requerimientos complejos: gran variedad de referencias, picos de pedidos, esfuerzos con el inventario, garantía de trazabilidad y productos de manipulación delicada, por mencionar unos pocos ejemplos. Como si esto no fuese suficiente, hoy tenemos que añadir un reto más: la venta en línea.
El confinamiento de gran parte de la población disparó una tendencia que había venido creciendo en los últimos años. Con la amenaza del contagio, el e-commerce se convirtió en un espacio seguro que sustituyó a las farmacias tradicionales y a las tiendas físicas en la venta de productos de parafarmacia y medicamentos sin receta. Ésta parece ser una tendencia que ha llegado para quedarse: según cifras de Internet Retailer, seis de cada diez consumidores europeos continuarán comprando en línea aun cuando el riesgo de contraer el virus esté controlado.
El número de transacciones online del negocio farmacéutico español aumentó un 36% en los primeros tres meses de 2020 en comparación con el mismo periodo de 2019, según datos aportados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Competencia. Hasta entonces, el mercado farmacéutico había sido una suerte de excepción al comercio online, ya que la compra de productos relacionados con la salud generaba cierta desconfianza en el consumidor, que prefería buscar el consejo del farmacéutico. Sin embargo, en tiempos de pandemia, las personas ya no sólo recurren a las plataformas online para adquirir pañales y complementos alimenticios, sino también medicamentos OTC. Además, la fidelidad a las marcas también se tambalea cuando los inventarios se agotan y los consumidores están a sólo un clic de probar alternativas que hacen promesas similares.
Hoy en día, en España, el comercio electrónico del sector farma sube como la espuma y se ha convertido en un factor de obligado cumplimiento para ganar competitividad.
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El sector logístico se enfrenta a un desafío crucial: atraer y retener a los mejores profesionales en un entorno cada vez más digital y competitivo. La clave ya no es solo el salario, sino ofrecer un entorno laboral atractivo, con oportunidades de desarrollo, conciliación y reconocimiento.
La Fundación Juan XXIII, promotora de la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, ofrece soluciones de transporte flexibles que se adaptan a diversas necesidades. Su red abarca transporte multimodal y entregas multipunto, tanto para clientes B2B como B2C.
Cada vez somos más las mujeres que decidimos participar en este apasionante sector. Sector que ‘atrapa’ y en el que, aunque nos enfrentamos a grandes retos, las oportunidades de crecimiento son enormes. Es momento de romper barreras y demostrar que la logística también es un sector para mujeres.
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