“Los cambios se pueden ver como una oportunidad o una forma de resistencia a la realidad. La transformación del comercio y la distribución urbana se pueden realizar de forma planificada o viendo exclusivamente los conflictos. Ya en 2006 el Ayuntamiento de Madrid trató de explicar el proyecto de renovación de Madrid Central aunque no se llevó a cabo”, afirmó ayer, 23 de abril, Inés Sabanés, delegada del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, en la jornada “Retos de la movilidad” organizada por UNO Logística en Madrid.
Inés Sabanés hizo un balance de Madrid Central y compañías como Primark, Calidad Pascual, Mahou San Miguel, Zeleris, Mensos o Cofares, analizaron cómo les ha afectado Madrid Central y expusieron sus propuestas de mejora. “La planificación de la movilidad es difícil si no hay un acuerdo y no hay que olvidar, además de las ventajas medioambientales y de salud, la oportunidad para la renovación tecnológica, una oportunidad que viene vinculada a ayudas para la renovación de las flotas, donde la Administración Autónoma y local deben colaborar”, aseguró Sabanés.
En la mesa redonda posterior, integrada por José Carlos Espeso, coordinador de movilidad de Calidad Pascual; Antonio Vilchez, director general de Zeleris; Alberto García, director de Nuevos Proyectos y Sostenibilidad de Mahou San Miguel; Moisés Solís, Iberian Transport manager de Primark, y Francisco José López Carmona, director de Vigilancia de Circulación del Ayuntamiento de Madrid, todos coincidieron en señalar que la implantación de Madrid Central no les había afectado en nada en su trabajo diario porque, como destacó José Carlos Espejo, “en Calidad Pascual llevamos mucho tiempo trabajando en la armonía entre reparto, comercio, turistas y habitantes. Ya en 2010 hacíamos el reparto con gas licuado en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, en 2014 incluimos la distribución eléctrica y en 2017 los camiones híbridos. No tenemos problemas porque comenzamos a renovar nuestra flota hace años, fue una estrategia de la compañía en movilidad. No son medidas que ponga Madrid, esto tiene que comenzar en toda España. No solo no nos ha afectado, nos da valor como compañía”.
Antonio Vilchez, de Zeleris, también dijo que “no nos impacta porque nuestros vehículos son ecológicos, el único problema son las ventanas horarias”. Apostó por evitar la circulación constante de vehículos de reparto y por la utilización de los mercados de abasto como hubs para la distribución de la última milla porque actualmente están infrautilizados, así como los parkings.
Alberto García, de Mahou San Miguel, indicó que “Madrid Central nos afectó hace cinco años. Ya sabíamos que esto iba a llegar y estamos preparados. Hemos conseguido un grupo de distribuidores propios desde hace años y muchos cargan los vehículos eléctricos en sus domicilios y disponen de herramientas para planificar las rutas”.
En la presentación de la jornada, Francisco Aranda, secretario general de UNO, habló sobre los proyectos de la sociación, como el Decálogo de la distribución urbana de mercancías; la APP Madrid reparte, las herramientas Big Data y el reto de la digitalización.
Más información en la revista de mayo de Logística Profesional.
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