La inteligencia artificial transformará la manera de trabajar de múltiples sectores, y a pesar de que aún no está en pleno desarrollo ya está poniendo sobre la mesa una gran cantidad de aspectos relevantes: grandes potencialidades derivadas de ganancia de eficiencia; empresas y trabajadores que se benefician de esta nueva tecnología, al tiempo que otros temen perder sus empleos (al ver cómo se automatizan tareas que forman parte de su ocupación diaria); cuestiones éticas e incertidumbre sobre los efectos en las economías.
Su verdadero impacto aún no está completamente definido, aunque el empleo se va a ver afectado por esta tecnología, sus efectos finales dependerán, además de otros factores, de la propia demanda laboral o la preparación de los trabajadores.
A medida que la IA se vaya expandiendo, se espera una reconfiguración de las competencias y habilidades necesarias en el ámbito laboral. El pensamiento crítico o las competencias relacionadas con la IA se volverán cada vez más importantes para la empleabilidad y la adaptación al cambio tecnológico.
A pesar de las expectativas y el reconocimiento de su potencial, la adopción de la IA se encuentra con barreras para su adopción: la falta de habilidades entre los empleados, los costes de implementación y/o las preocupaciones éticas. Ante los interrogantes éticos suscitados por la IA, ya empiezan a aparecer las primeras normas que regulan la IA como la Ley sobre Inteligencia Artificial en la Unión Europea.
Para analizar el impacto de la inteligencia artificial en el empleo, Randstad Research ha elaborado un informe que parte de las estimaciones llevadas a cabo por el World Economic Forum, en el informe ‘Jobs of Tomorrow: Large Language Models and Jobs’ (septiembre 2023), teniendo en cuenta un horizonte de una década. En base a dicho análisis, se cuantifican cuatro tipos de efectos de la IA sobre el mercado laboral:
-Automatización: empleos con alta probabilidad de ser sustituidos por IA
-Aumento de productividad: empleos que podrán utilizar IA de forma complementaria y, por tanto, incrementar los niveles de productividad de los trabajadores.
-Poco a nulo efecto: empleos que no se verán afectados en los próximos años por IA
-Creación: son empleos nuevos que se crearán como fruto de la expansión de la IA.
En España, la utilización de la IA por parte de las empresas es todavía moderada, pero se espera una gran expansión en los próximos años. La generalización de su uso durante la próxima década afectará a los empleos actualmente existentes, con una previsión de un 9,8% de ellos (2,00 millones) estarían bajo el riesgo de verse automatizados; un 15,9% de los empleos actuales (3,24 millones) podrían beneficiarse de la IA para ver incrementada su productividad; y el resto de los empleos actuales (15,19 millones), prácticamente 3 de cada 4, no se esperan efectos significativos durante la próxima década como consecuencia directa de la expansión de la IA.
De forma simultánea, la expansión de la IA en la actividad empresarial creará nuevas oportunidades económicas, nuevas funciones y empleos. La cuantificación de dicho efecto para la próxima década en España arroja una creación de 1,61 millones de empleos nuevos, que no existen en la actualidad, pero que surgirán fruto de los efectos positivos derivados de la nueva tecnología.
La estimación del efecto neto que la IA dejará en la ocupación del país será ligeramente negativo, dando lugar a una pérdida potencial de unos 400 mil empleos en los próximos 10 años.
En definitiva, se espera que en la próxima década la IA pondrá en riesgo 2 millones de empleos y creará 1,6 millones nuevos, que hoy no existen. Además, 3,34 millones se beneficiarán de dicha tecnología elevando sus niveles de productividad.
Por la adopción que la IA está teniendo en la logística es probable que sea uno de los sectores que más note la transformación del empleo como consecuencia de esta tecnología. La inteligencia artificial ya está suponiendo un antes y un después en la forma en que se gestionan las operaciones logísticas y desempeñando un papel cada vez más central en la optimización de la cadena de suministro.
El informe de Randstad Research prevé que el sector del transporte y el almacenamiento pierda unos 142.320 empleos de los ya existentes y cree 94.880 nuevos derivados del uso de la IA, lo que supone una pérdida de 47.440 puestos de trabajo.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
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