Las carreteras europeas arrastran desde hace décadas un enorme déficit de aparcamientos dignos y seguros para camiones y España no es una excepción. En nuestro país hay cerca de 100 áreas de servicio sin vigilancia específica en autopistas y autovías, y unos 40 parkings con medidas de seguridad, algunos de los cuales disponen de instalaciones bastante antiguas y una carta de servicios muy limitada. Y todo ello pese a que la Comisión Europea establece que debería haber, al menos, uno cada 100 kilómetros. Nuestra red de alta capacidad se extiende unos 15.000 km, por lo que el déficit que tenemos de estos aparcamientos supera la centena. No es un asunto baladí si tenemos en cuenta las largas distancias recorridas por nuestros conductores, no sólo porque España es un país extenso sino también porque nuestro transporte internacional, desde ‘la periferia’ de la UE, tiene un gran peso en la actividad de nuestro sector.
Este, como decía, no es un problema exclusivo de nuestro país: a nivel europeo el sector demanda unas 400.000 plazas para estacionar, pero sólo hay disponibles unas 300.000 y menos del 10% de ellas atesoran medidas de seguridad efectivas. Esto se traduce, día sí y día también en altos niveles de inseguridad para esos 100.000 camiones que tienen que parar en sitios no acondicionados. Recordemos que los conductores de vehículos pesados están sujetos al reglamento europeo de tiempos de conducción y descanso (Rgto. 561/2006), cuyo mínimo incumplimiento puede dar lugar a fuertes sanciones. Los transportistas deben realizar, durante la jornada de conducción una parada de 45 minutos cada 4 horas y media o dos descansos de 15 y 30 minutos dentro de ese intervalo y un mínimo de 9 horas entre dos jornadas, así como un descanso semanal de 45 h., por lo que el déficit de zonas de descanso habilitadas para ellos les obliga muchas veces a detenerse allá donde haya un lugar en que puedan aparcar el vehículo.
Precisamente las bases que justificaron esta normativa son la seguridad vial, la protección laboral del chófer y el equilibrio competitivo entre las empresas del sector. Tras más de quince años en vigor, podemos estar seguros de que ha tenido positivos efectos en las tres áreas señaladas pero, seguramente, las dos primeras podrían mejorar aún más si los descansos que dicho reglamento establece fuesen de mejor calidad y, en ese sentido, los parking para camiones deben aportar, por un lado, la seguridad necesaria para que el conductor pueda realmente relajarse sin temor a sufrir asaltos o robos de combustible y/o mercancía y, por otro lado, el confort necesario para que estos descansos se disfruten en condiciones de dignidad.
En la UE se producen cada año casi 10.000 robos de vehículos de transporte de mercancías con un coste para las cadenas logísticas que, según la propia CE, supera los 15.000 millones de euros, de los cuales el 50 % se produjo fuera de las áreas de descanso, según datos de Europol. En el 60 % de los robos se sustrae tanto el vehículo como la mercancía y en el 40 % restante, sólo se roba el material. Una situación de inseguridad que afecta a millones de conductores: según las últimas estadísticas de IRU, un 64 % de los transportistas se han visto involucrados en alguna ocasión en una situación de inseguridad y el 17 % de ellos ha sufrido directamente un robo.
Esta falta de seguridad lógicamente desanima a muchos a la hora de elegir esta profesión. Un oficio estratégico para el desarrollo de nuestra economía y el bienestar de la sociedad (el 96 % las mercancías en España se mueven en camión) que, sin embargo, está en peligro de extinción: el 72 % de los conductores de camión supera los 50 años y no hay relevo generacional. España, al igual que Europa, Estados Unidos y prácticamente todos los países del mundo, sufre una grave carestía de conductores profesionales que cada año supone un mayor desafío para el funcionamiento eficaz de todas estas cadenas de suministro. Entre las mujeres, la falta de seguridad es la primera razón que las desmotiva para convertirse en transportista, mientras que, entre el género masculino, es la tercera. ¿Cómo queremos atraer a los jóvenes a una profesión en la que, en demasiadas ocasiones, no se les garantiza un descanso digno y seguro?
La solución pasa por una mayor inversión. Inversiones que, hasta la fecha, sólo se han llevado a cabo tímidamente y que realmente son ridículas si las comparamos con las de cualquier infraestructura viaria, ferroviaria o portuaria. Fondos para crear nuevos aparcamientos seguros y adecuar los parkings y áreas de descanso que existen en la actualidad con más iluminación y cámaras de vigilancia, equipos de intervención rápida, botón de pánico en los camiones o la obligatoriedad para los operadores del 112 de hablar varios idiomas.
Las principales patronales españolas del sector, integradas en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), y diferentes plataformas como Truck Friendly Movement, de la que somos socios fundadores, llevamos años demandando a la Administración, tanto a la UE como al Ministerio de Transportes (anteriormente, la cartera de Fomento), una mayor implicación. En los últimos años, parece que por fin tanto Bruselas como nuestro Ejecutivo se lo empiezan a tomar más en serio, sobre todo a raíz de la publicación de normativas europeas como la obligatoriedad del retorno a casa o la prohibición del descanso en cabina, que hacen aún más evidente la necesidad de contar con estos aparcamientos.
A finales de 2021 el Parlamento Europeo aprobó una resolución instando a los Estados miembros a incrementar la seguridad de las zonas de estacionamiento para camiones; y la Comisión Europea, que se ha comprometido a tener listo para finales de 2024 un informe sobre la disponibilidad de este tipo de instalaciones, tiene en marcha el programa de financiación ‘Conectar Europa’ que prevé invertir unos 600 millones de euros en aparcamientos seguros para camiones durante tres años. En territorio patrio, en la medida 7 del Plan de Impulso de la Sostenibilidad del Transporte de Mercancías por Carretera se propone una línea de ayudas de 25 millones de euros para la construcción y mejora de zonas de aparcamiento seguras para vehículos pesados.
Todos ellos son pasos en la buena dirección, aunque creo que si de verdad queremos contar con una red de áreas de descanso y parkings seguros para camiones en toda Europa es necesario que las instituciones comunitarias establezcan una Directiva que permita a los Estados miembros incorporarla a su legislación nacional. De esta forma, se facilitaría a toda la cadena de valor una referencia exacta de los requisitos necesarios para construir este tipo de instalaciones, por lo que existiría mayor seguridad jurídica a la hora de realizar inversiones.
Artículo de opinión publicado en el nº284 de Logística Profesional (pág 46-47)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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