Los gobiernos, a nivel nacional y europeo, presionan al sector logístico en materia de packaging con el objetivo de alcanzar nuevos estándares medioambientales, para limitar el calentamiento global y ayudar a los distribuidores a lograr sus objetivos en materia medioambiental. Este año 2023 las empresas deben adaptarse y aterrizar las obligaciones que incluyen tanto la Ley de residuos y suelos contaminados como el Real Decreto de envases y residuos de envases. La ‘película’ ha cambiado y es el momento de avanzar en esta materia.
Abordemos la situación actual del sector, uno de los principales problemas que acarrea es la sobredimensión del packaging. La compañíaDS Smith publicaba recientemente un estudio en el que afirma que más de 41 millones de metros cúbicos de aire llegan cada año a los hogares españoles debido al packaging innecesario, lo que equivaldría a casi 11.000 piscinas olímpicas.
A medida que el precio de las materias primas se incrementa en todas las industrias, las cajas sobredimensionadas y que contienen un exceso de material están causando más de 2 millones de viajes de reparto innecesarios, lo que supone 61.973 toneladas de CO2 potencialmente evitables emitidas a la atmósfera cada año.
El estudio de DS Smith desvela que las cajas de cartón sobredimensionadas transportan este exceso de aire en camiones y en envíos a los hogares de los consumidores de manera innecesaria. Solamente teniendo en cuenta los envases que llegan a las plantas de reciclaje homologadas, se generan: 82.015 toneladas de cartón innecesario, 217 millones de metros cuadrados de precinto, y 38 millones de metros cúbicos de relleno al año.
Además del impacto ambiental que generan las cajas de cartón sobredimensionadas, esto supone un efecto negativo sobre la imagen de las marcas. Al recibir un paquete con demasiado packaging, casi un 20% de los consumidores aseguran haber sentido frustración hacia la marca y el 17% se plantearía volver a comprar en esa marca.
En cuanto a las expectativas de los consumidores de cara al futuro, los encuestados declaran que les gustaría recibir packaging procedente de fuentes renovables alternativas (57%), embalaje que se ajuste bien a productos con formas irregulares (41%) y embalaje que sea resistente al agua (36%).
Según el estudio de DS Smith, cada mes se envían más de 81 millones de paquetes a través de compras online. Además, se ha descubierto que casi una cuarta parte de las empresas que venden sus productos online admiten utilizar packagings sobredimensionados a menudo, sin embargo, más de la mitad centra sus esfuerzos en la reciclabilidad del packaging (46%) y casi el 30% en la reusabilidad del packaging.
Ignacio Montfort, Managing Director en DS Smith Iberia, señala: “Los consumidores online demandan menos packaging. Es el momento de eliminar el exceso de aire de las compras de e-commerce ya que, por un lado, las materias primas son más caras que nunca y por otro, los beneficios para el medioambiente son significativos. Los materiales no se malgastan de forma accidental, los desperdicios se generan en base a decisiones tomadas durante la fase de diseño. Nunca se insistirá demasiado sobre el rol que juega el diseño en la protección del planeta – necesitamos adoptar un enfoque circular, minimizando los residuos y manteniendo los materiales en uso el mayor tiempo posible”.
Dejando a un lado la sobredimesión, las empresas logísticas también deben prestar una mayor atención a los embalajes sostenibles. Es cierto que muchas empresas ya tienen entre sus objetivos este tipo de packaging pero hay que buscar la forma de extender su utilización aún más en el sector.
Desde la compañía Ritmo, aseguran que el packaging sostenible tiene múltiples opciones y pasa por materiales reciclados, biodegradables y de bajo consumo ambiental. “Todos ellos forman ya parte de nuestro día a día y están ya en la mente del consumidor y que lo valoran en su toma de decisión de compra. La imagen de marca está muy ligada al packaging que utilizamos y el hecho de que sea sostenible crea sin duda un valor añadido que además suma al planeta. Actualmente la diferencia de precios entre un tipo de material y otro no es tan elevada como en años atrás por lo que desaparece la barrera de entrada para optar por este tipo de materiales”, apuntan.
Dentro del packaging verde desde Ritmo diferencian entre varios tipos:
-Los envases reciclables y reciclados: están realizados con materiales ya reciclados o que pueden ser reciclados para producir nuevos productos. Son los más habituales y están hechos con materiales como cartón, aluminio, plástico reciclado...
-Envases biodegradables: cada vez están teniendo más acogida y se está produciendo una innovación continua en este sector. Tenemos ya opciones como la pulpa de madera o el maíz e incluso el papel de algodón. Por su originalidad hace que muchas marcas opten por ellos.
-Envases compostables: Son aquellos que se descomponen y producen posteriormente abono orgánico. Por ejemplo, las bolsas biodegradables o los envases realizados con bagazo de caña de azúcar.
-Envases minimalistas: Se trata de un punto clave. En muchas ocasiones no somos conscientes de que utilizando un packaging más ajustado evitamos ‘enviar aire’ (la ya tratada sobredimensión). Esto tiene una doble repercusión tanto a nivel de costes para la empresa como en costes medioambientales. Debemos medir muy bien y estudiar en profundidad el tamaño de nuestros embalajes para reducir la huella de carbono y mejorar nuestra estructura de costes variables.
-Envases reutilizables: otro de los packaging más comunes y que además el consumidor tiene asumido ya como un valor añadido adicional. Al poder usarlos más veces ayuda mucho a generar notoriedad de marca al mismo tiempo que se protege al planeta.
Por otra parte, es imprescindible abordar más en profundidad el impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables que entró en vigor el 1 de enero de 2023 y que ha despertado numerosas dudas en todos los sectores y, especialmente, en el del envase y embalaje. Y es que todavía no hay un reglamento que ayude a esclarecer las situaciones más complejas, según apuntaban los expertos en el octavo Diálogo Intracluster organizado por el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje.
Jesús Pérez, director del Cluster de Envase, destacaba: “Estos cambios tan vertiginosos que se presentan para 2023 con la nueva legislación nos han llevado a abrir el año hablando, reflexionando y clarificando sobre el impuesto al plástico que afecta a nuestro sector”.
A pesar de las dificultades que está encontrando el sector del packaging, los expertos apuntan que 2023 será un proceso de adaptación para las empresas y es que se espera cierta flexibilidad por parte de la Administración en este primer semestre.
Pese a que este impuesto, que debe ser solicitado por las empresas antes del 30 de enero, llevaba un largo tiempo tratándose en el sector del packaging, su implantación ha supuesto un momento decisivo marcado de incertidumbre.
Entre todos los detalles tratados, los productos semielaborados son unos de los que están generando grandes polémicas dentro del nuevo decreto. Desde el sector aseguran que es la parte más compleja y donde más cabe a la interpretación, pues no se clarifica en la normativa qué se define por semielaborado.
Otro aspecto que se contempla en el impuesto al plástico, son los envases con un porcentaje de materia prima reciclada. Ante esto, se ha insistido en la importancia de contar con certificados de los fabricantes de esta materia prima para poder ayudar a justificar los envases.
En el caso de cómo afecta este impuesto a las etiquetas, han surgido también varias dudas, pues según el RD1055/2022 estas no estarían sujetas a su declaración, es decir, quedan exentas de este impuesto, pero a su vez se especifican como envase aquellas etiquetas que estén colgadas al producto y como parte de él las etiquetas adhesivas. Una situación que entre los fabricantes está generando múltiples dudas de actuación respecto a tributar este impuesto en su actividad.
Finalmente, entre los aspectos tratados en la jornada, el posible desarrollo de la normativa ha desatado cierto temor en la cadena de valor. Entre ello, se teme que esta pueda evolucionar a una exigencia práctica que transcienda más allá de la actuación del propio fabricante o distribuidor recayendo en el uso y función que le dé el consumidor final.
Pese a ello, los expertos han recordado que actualmente la legislación solo pide que esté diseñado para su reutilización, tanto si se presentan vacíos como si se presentan conteniendo, protegiendo, manipulando, distribuyendo y presentando mercancía.
El sector está tomando decisiones para contribuir a un mayor control del reciclado. Es el ejemplo de las asociaciones de la cadena de valor del envase industrial de cartón AFCO (Asociación Española de Fabricantes de envases y embalajes de cartón ondulado), ASPACK (Asociación Española de Fabricantes de Envases, Embalajes y Transformados de cartón), ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, papel y cartón) y REPACAR (Asociación Española de Recicladores Recuperadores de Papel y cartón) han creado Cartón Circular, un SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) para asegurar la correcta gestión y el reciclado de los envases de cartón en la industria.
Con este lanzamiento se pretende dar cumplimiento a la normativa nacional y europea para todos los agentes de la cadena de valor del envase, incluidos los envasadores. Todo ello, en un contexto en el que la presión legislativa empuja a las empresas e industrias a priorizar las políticas de ecodiseño, para minimizar los impactos ambientales y asegurar el cumplimiento de los objetivos de recogida y reciclado impuestos al sector.
Con la aprobación del Real Decreto de Envases y Residuos de Envases 1055/2022, los envases industriales están obligados a gestionarse bajo un Sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor que asegure su gestión y cumpla con los objetivos de recogida y reciclado que impone la norma.
Cartón Circular aspira a gestionar todos los residuos de cartón que se generan en las diferentes industrias de nuestro país con el respaldo y compromiso de toda la cadena de valor del papel. Se trata de una solución sencilla, a medida de la nueva legislación, que viene a demostrar el compromiso de la industria con la sostenibilidad y el reciclado de los materiales.
El Ministerio de Consumo sacó adelante la Ley de protección de los consumidores y usuarios frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica, para ayudar a la toma de decisiones de aquellos consumidores que no pueden ejercer sus derechos en una situación de igualdad. Este es uno de los retos pendientes del packaging, lograr un etiquetado inclusivo, que englobe a todas las realidades de la sociedad, aspecto que se regula en dicha normativa. El objetivo es aprovechar la tecnología y la digitalización para desarrollar embalajes que garanticen la accesibilidad universal.
Esta, es una situación que está transformando el packaging en distintos sectores y lo seguirá haciendo en los próximos meses, motivo por el cual será motivo de debate en Pick&Pack 2023, que se celebrará del 25 al 27 de abril en Ifema Madrid. La cumbre descubrirá la evolución del envasado para que sea más inclusivo.
Informe publicado en el nº283 de Logística Profesional (pág 78-81)
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
Comentarios