Ford está innovando con robots de cuatro patas, apodados Fluffy y Spot, de la compañía Boston Dynamics, en su planta de transmisión de Van Dyke, para escanear la planta con láser a principios de agosto y así ayudar a los ingenieros a actualizar el diseño original asistidos por ordenadores. Estos robots se pueden implementar en áreas de difícil acceso dentro de las instalaciones, para capturar el área con escáneres láser y cámaras de alta definición recogiendo datos utilizados para remodelar las plantas, ahorrando tiempo y dinero a los ingenieros de Ford.
Estos robots de cuatro extremidades pueden sentarse, dar la pata y girar como cualquier perro. Pero, además, también pueden realizar escáneres de cámara de 360 grados subir escaleras durante horas sin cansarse, entre otras múltiples actividades. Estos robots cuadrúpedos con una movilidad claramente similar a la de un perro son parte de un programa piloto de fabricación de Ford diseñado para ahorrar tiempo, reducir costes y aumentar la eficiencia.
Fluffy, el nombre que le dio la responsable de este robot Paula Wiebelhaus, es uno de los dos modelos que Ford está usando, propiedad de Boston Dynamics, compañía conocida por crear sofisticados robots móviles. El otro autómata se llama Spot.
Los robots que Ford está pilotando en su planta de transmisión de Van Dyke en Michigan, Estados Unidos, son de color amarillo brillante y fácilmente reconocibles. Equipados con cinco cámaras integradas para visualizar su entorno, los robots pueden caminar hasta a unos 5 km por hora con una batería que dura casi dos horas y se utilizarán para escanear el piso de la planta. También ayudarán a los ingenieros en la actualización del diseño asistidos por una ordenador exclusivo. "Diseñamos y construimos la planta. Después de eso, a lo largo de los años, se hacen cambios que rara vez se documentan", afirma Mark Goderis, gerente de ingeniería digital de Ford. "Haciendo que los robots escaneen nuestras instalaciones podemos ver cómo es ahora mismo y construir un nuevo modelo de ingeniería.” Sin Fluffy, la actualización sería mucho más tediosa porque "solíamos usar un trípode y caminábamos alrededor de la instalación parando en diferentes lugares, cada vez de pie durante cinco minutos esperando a que el láser escaneara", recuerda Goderis. "Escanear una planta podría tomar dos semanas. Con la ayuda de Fluffy, podemos hacerlo en la mitad del tiempo."
Con el tiempo, señala Goderis, la intención es poder operar los robots de forma remota, programándolos para misiones de plantas y recibiendo informes inmediatamente desde cualquier parte del país. Por ahora, los robots se pueden programar para seguir un camino específico y se pueden operar hasta con 50 metros de distancia gracias a una la aplicación para tablets.
Seguridad total
La clave del éxito de Fluffy y Spot es su agilidad, revela Paula Wiebelhaus, que controla su robot a través de un dispositivo similar a un videojuego y que le permite ver de forma remota la toma de la cámara. Si se produce un problema, el dispositivo de control de Wiebelhaus cuenta con una parada segura que evita que choque con cualquier objeto o persona. Los robots tienen tres modos operativos: un paseo por terreno estable, un paseo para terrenos irregulares y una velocidad especial para escaleras. Pueden cambiar de posición dependiendo de los tipos de suelos o espacios, lo que les permite ser desplegados en áreas de difícil acceso dentro de la planta. Pueden manejarse en terrenos difíciles, desde rejillas hasta escalones o inclinaciones de 30 grados. Si caen, pueden enderezarse y, además, mantienen una distancia segura con los objetos para evitar colisiones.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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