Nueve de cada diez CFOs son receptivos a la implementación de nuevas tecnologías y a la automatización de procesos en el entorno de trabajo aunque esta preferencia no llegue a hacerse visible en la cultura corporativa. Ante la pandemia de la COVID -19, las empresas han tenido que llevar a cabo una remodelación en su estrategia de negocio. Estas modificaciones han afectado a la mayoría de los departamentos y los han obligado a tener que adaptarse a marchas forzadas para poder sobrevivir en un escenario cada vez más competitivo.
Los roles de trabajo se han visto alterados y se han incorporado nuevas funcionalidades para hacer frente a las necesidades de las empresas. La digitalización juega un papel clave, ya que ha establecido los principales retos a los que los departamentos han tenido que enfrentarse. Teniendo en cuenta este contexto, Pleo, la startup fintech creada para simplificar la administración y gestión de los gastos de las compañías, revela que nueve de cada diez CFOs son receptivos a la adopción de la tecnología y a la automatización de los procesos para facilitar y agilizar sus procesos de trabajo.
En la situación en la que nos encontramos, el control de gastos es hoy en día una prioridad en las empresas y estos departamentos ya venían arrastrando limitaciones como la ineficiencia en el control de gastos, inversión en recursos innecesarios, transparencia cuestionable, poco control de movimientos o exceso de burocracia, entre otros. Esta situación afecta directamente al rol del CFO, que tiene que emplear su tiempo en estas y descuidar otras funciones realmente necesarias. El impulso de la digitalización, lejos de ser una consecuencia negativa del coronavirus, ha motivado a este sector a afrontar los cambios que se prevén.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
Comentarios