El sector del transporte y la logística ocupa el quinto lugar entre los sectores económicos con más bajas de autónomos, en concreto 36.905 autónomos, por detrás del comercio, la hostelería, la construcción y la industria manufacturera.
Fenadismer sigue insistiendo en la necesidad de articular un Plan de medidas de salvamento específico para el sector transporte, que contemple una moratoria en el pago de la financiación de los vehículos y una línea de ayudas económicas avalada al 100% según el modelo italiano para hacer frente a sus suministros, que evite una situación de impagos generalizada y la consiguiente quiebra de miles de autónomos y pequeñas empresas de transporte.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Seguridad Social a Fenadismer, en relación dicha prestación extraordinaria hasta el 19 de abril se habían recibido 1.016.670 solicitudes de prestación de cese de actividad, de las que han sido resueltas favorablemente 898.734. Estos datos suponen que el total de trabajadores autónomos que ha solicitado la prestación alcanza el 32,43% del total de población protegida, de los cuales un 72 % lo han solicitado por cese de su actividad realizada y un 28 % por haber reducido significativamente sus ingresos. La prestación tiene una cuantía del 70% de la base reguladora, es decir, un mínimo de 661 euros en el caso de los autónomos que cotizan por la base mínima.
Por sectores económicos, destaca el número de solicitudes planteadas por los autónomos del sector del comercio, con 227.249 solicitantes, seguido de la hostelería, con 197.788, la construcción, con 74.881 y la industria manufacturera, con 39917 solicitantes. En quinto lugar sitúa el transporte y la logística, con un total de 36.905 autónomos acogidos a dichas ayudas, de las que un 12% son autónomas. Por regiones, las Comunidades con una incidencia más elevada en solicitudes de la prestación son, en orden decreciente, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y, a mayor distancia, Galicia.
El Día Europeo de la Logística 2025 se celebra en un momento decisivo para el sector, en plena transformación frente a una creciente inestabilidad geopolítica y comercial. Las cadenas de suministro enfrentan desafíos como nuevos aranceles, conflictos regionales y una economía global volátil. Ante este panorama, el sector se reafirma como un pilar clave, apostando por resiliencia, eficiencia y colaboración.
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