Actualidad, sostenibilidad y retos del mercado logístico, son solo algunos de los temas que se desarrollaron en este seminario ‘Actualización del mercado de la mano de los profesionales’, impartido por Carlos Lagares, manager de exportación marítima de Expeditors, junto con el manager de aéreo, Juan Guilisasti, y moderado por el District Manager de la región, Diego Díaz.
En los últimos años, el comercio internacional ha sufrido una gran inestabilidad derivada de la pandemia de la Covid-19 que ha afectado a todos los productos. Según Guilisasti, el mercado aéreo se encuentra en un gran momento: “Las aerolíneas operan casi al 100% y se prevé que en 2024 se recuperen los niveles prepandemia”. Los datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) reflejan que la demanda de carga aérea es aún un 8,1% menor que en 2019, pero que la capacidad mundial ha aumentado en un 9,9%.
Del mismo modo, Lagares explicaba que el sector marítimo también ha mejorado considerablemente durante el último año, especialmente en lo referente a la bajada de los fletes. Según el indicador FBX, en septiembre de 2021 las tarifas llegaron a alcanzar los once mil dólares estadounidenses. En la actualidad, han bajado hasta un rango cercano a los 1.500 dólares, precio al que estaban antes de la pandemia, llegando a su mínimo (1.441 dólares) el pasado 9 de junio. Sin embargo, aunque estas reducciones se mantienen, son cada vez menos acentuadas.
Pese a ello, no todo son buenas noticias. La inestabilidad de las tarifas es un problema que afecta constantemente al mercado aéreo, a lo que se ha sumado la insuficiencia de aviones cargueros, según Guilisasti. De acuerdo con el Commercial Market Outlook 2023 elaborado por Boeing, casi el 40% de las aerolíneas han eliminado una gama de aviones de su flota activa desde 2019. Sin embargo, este mismo informe indica la previsión de aumentar la flota mundial hasta los 48.500 aviones en el periodo 2023-2042.
Por su parte, Lagares apunta a la ralentización económica como principal factor que perjudica al sector marítimo, aunque indica que “la normalidad en la cadena de suministro es que no haya normalidad”.
Otra cuestión de gran calado en su producto es la sequía de determinados canales marítimos, destacando el Canal de Panamá. Este canal se abastece mediante dos lagos artificiales: Alhajuela, cuyo nivel de agua ha descendido de 69 a 62 metros entre el 21 de marzo y el 21 de abril, y Gatún, que bajó de 25,6 a 25,3 metros en las mismas fechas, de acuerdo con los datos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Esto ha obligado a reducir el calado de los buques que lo atraviesan hasta los 13,11 metros – el calado máximo es de 15,24 metros - a partir del próximo 19 de julio. Sin embargo, Lagares considera que “no se prevé que haya problemas relevantes como puedan ser la saturación del canal o la imposibilidad de uso de la ruta”, una afirmación que Díaz apoya al declarar que “hay varias soluciones en caso de que sucediera, como trasvases de agua o el establecimiento de rutas alternativas”.
Si hay una cuestión que afecta a todos por igual, es la sostenibilidad del transporte. En palabras de Guilisasti, la descarbonización y la reducción de las emisiones de CO2 son necesarias en el sector aéreo, pero implican buscar un equilibrio, ya que las rutas que más contaminan son, a su vez, las más directas y económicas. En 2019 la aviación produjo mil millones de toneladas de emisiones de carbono y, aunque solo constituye el 3% del total de emisiones a nivel mundial, es necesario actuar lo antes posible. Por ello, ya han surgido mecanismos de descarbonización como la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo (AST), formada por más de 900 entidades para promover la aviación sostenible, o la directiva ReFuel de la Unión Europea.
Asimismo, el mercado marítimo cuenta con la normativa IMO 2023, que entró en vigor el pasado 1 de enero y tiene como objetivos el consumo eficiente de combustibles y la reducción de las emisiones de carbono. Según Lagares: “No parece estar llamando tanto la atención como la anterior, IMO 2020, que causó estragos en las navieras y en el sector”. Frente a ellos se erige el transporte ferroviario que, como explica Díaz, “no es uno de los más usados en España, pero sí uno de los principales en términos de sostenibilidad”.
La incorporación de nuevos desarrollos tecnológicos ha sido fundamental para las compañías a la hora de ser más eficientes en estas épocas del año, beneficiando la planificación de volúmenes o el diseño de rutas. Todo ello, bajo el objetivo compartido de lograr entregas cada vez más sostenibles.
Los datos de la clasificación realizada por Financial Times y Statista reflejan una tasa de crecimiento medio anual del 27,3% entre 2013 y 2023, o un crecimiento absoluto del 273% en este periodo.
Comentarios