Es una evidencia en la logística española de la distribución que el picking de unidades sólo hace que aumentar. El incremento del canal a cliente final, e-commerce o B2C, es un primer factor, ya que en muchos casos las empresas tenían y tienen mucho camino por recorrer para adaptarse a esta nueva realidad. Sólo hace falta comparar los ratios de compra online en países como Francia, UK o Alemania con nuestro país para ver que hay recorrido para mantener una tendencia creciente aún por algunos años.
Sea como sea, el segundo factor, más inesperado en muchos casos, ha sido el gran contagio creciente que la logística B2B o del retail ha sufrido del B2C. El surtido de productos se ha doblado de media en los últimos años, y este aspecto tiene un impacto muy directo en la logística a tienda y en el resto de la cadena, al ser el espacio en tienda el mismo, ya que implica menor stock en tienda y mayor frecuencia de reposición con cantidades más pequeñas. En un porcentaje muy alto del total de referencias, se ha definido como norma habitual que la reposición sea unidad a unidad y no caja a caja, por contagio directo de la logística B2C.
El problema es que se trata normalmente de una directiva directa de comercial, sin pensar que la mayoría de centros logísticos están diseñados para una preparación de hace 15 o 20 años, concebidos principalmente para una gestión de caja completa y sólo de unidades de forma prácticamente anecdótica. En ese momento, cuando sólo un 5% de las líneas eran de unidades no hacía prácticamente ni falta analizar el escandallo de costes de picar una unidad de un producto C en altura, desde una balda o una ubicación de paleta. Cuando este porcentaje escala a niveles de entre el 25 y el 50% o más de mi total de líneas diarias, al no disponer de más ubicaciones a suelo, no sólo es un problema de costes, que lo es, sino de imposibilidad de servir tal cantidad de líneas con tan baja ineficiencia y niveles de productividad, básicamente porque el sistema está diseñado para preparar caja completa. Con la situación actual, un sistema de unidades no puede sostenerse en el tiempo con productividades de 40 a 60 líneas a la hora.
Obviamente, la profesionalización en el campo de las operaciones en la distribución ha llevado a que la mayoría de los centros logísticos hayan sido adaptados con cambios graduales al igual que frecuentes para poder absorber esta creciente demanda unitaria con aumento tan importante de referencias. Es habitual para los que nos movemos a pie de almacenes observar antiguas ubicaciones de paleta a suelo o a primer nivel reconvertidas en ubicaciones de baldas con cada vez más separadores para albergar al máximo número de referencias a una altura que nos permite conseguir productividades suficientes. Pero es igualmente habitual observar como ya se ha llegado normalmente a situaciones de saturación, donde tengo ubicaciones demasiado pequeñas para los consumos diarios y a segundo o tercer nivel de la estantería. Esta situación conlleva que se complican enormemente las reposiciones, con un trabajo “impagado” y muy costoso y que mis productividades caen nuevamente a valores inadmisibles se mire por donde se mire.
Las soluciones con entreplantas nos han salvado unos años, consiguiendo ubicaciones de “suelo” adicionales, aunque a costa de los costes de reposición y de consolidación de pedidos. En el caso del B2B añado especialmente la problemática de la consolidación de líneas picadas en plantas diferentes, que deben consolidarse en casilleros con manipulaciones adicionales y mayores tiempos de espera en la preparación. Con productividades por operario que raramente pasan las 80-100 líneas a la hora y con la alta cantidad de superficie que necesitan este tipo de sistemas no pueden ser eficientes ni operativas a medio largo plazo, salvo casuísticas muy concretas. El mercado no acepta soluciones donde el 70-80% del tiempo el operario camina y no aporta valor, recorriendo hasta 20 Km por jornada con picos estacionales cada vez más marcados y otras problemáticas asociadas con la ergonomía, como la temperatura.
La demanda del mercado por soluciones que hagan realmente viable económicamente el picking unitario es unánime y va al alza, con unos crecimientos no vistos hasta ahora. El picking unitario es la oportunidad de diferenciarse estratégicamente en servicio y las empresas logísticas que apuesten por tecnologías específicas conseguirán hacerse con los canales de distribución de unidad. Las soluciones manuales tradicionales basadas en conceptos operario a producto en estanterías para el picking unitario han llegado en muchos casos a su límite absoluto, quedando reservadas a operativas concretas del centro como muy alta rotación, referencias de un gran tamaño o especiales y temperatura controladas.
Es preciso un cambio radical para conseguir resolver la ecuación logística diaria que cada vez es más compleja, cambios que pasan por automatizar con sistemas abiertos a el entorno VUCA actual, volátil, incierto, complejo y adaptable. Cambios que requerimos de forma imperativa para sobrevivir.
Artículo de opinión publicado en el nº277 de Logística Profesional (pág 62)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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