El 2021 ha sido un año complicado para los operadores de transporte especializados en logística de la automoción. A la reducción de la producción de vehículos nacionales se ha unido el parón del envío de componentes, motivado por el descenso de la fabricación, pero también por el colapso sufrido por importantes puertos marítimos asiáticos.
La alta especialización de las empresas, independientemente del modo que utilicen -marítimo, ferroviario y carretera-, que se dedican al transporte de vehículos finalizados, así como de los componentes necesarios para su producción, genera un grave problema motivado por la reducción de la actividad que desarrollan. Más complicada aún es la situación de las pequeñas empresas de transporte por carretera, muchos de ellos autónomos, que son subcontratados por los grandes operadores logísticos, ya que éstos últimos carecen de flota propia.
Ante esta realidad el dato que marca la situación del conjunto de las empresas dedicadas a la logística de la automoción es uno muy concreto: el nivel de producción que ha tenido España. Nivel que en los dos últimos años, como consecuencia directa de la pandemia, ha estado alcanzado cifras muy bajas.
En concreto, según datos ofrecidos por la Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones, ANFAC, la producción de vehículos se cerró en 2021 con una significativa caída del -7,5%, con un total de 2.098.133 unidades, “la crisis de los microchips, junto con el contexto de crisis económica derivada de la pandemia, ha provocado que, durante el último año se hayan registrado unos niveles de producción de vehículos incluso inferiores a los obtenidos en 2020, un periodo ya de por sí muy negativo por los cierres de fábricas durante dos meses. Si comparamos con el último año prepandémico (2019), cuando la producción cerró con 2.822.360 unidades, la fabricación de vehículos se ha reducido en 724.000 vehículos, un 25,6%”, asegura la Asociación.
Y es que, como si ya no fuera suficiente con la situación planteada por la pandemia, la carencia de microchips, que se producen mayoritariamente en los países asiáticos, ha dejado a las fábricas nacionales, pero también europeas, sin aprovisionamiento de un elemento esencial. Y de esta manera, si la fabricación se ha reducido, pocos vehículos se pueden transportar.
El problema es aún más grave puesto que las estimaciones de la industria automovilística europea es que esta situación mejorará durante 2022, pero no alcanzará una situación normal de abastecimiento y producción hasta mediados de 2023.
En definitiva, los operadores logísticos especializados en automoción, tanto de componentes como de vehículo finalizado, tendrán serios problemas para mantener unos niveles de actividad óptimos. Más grave aún será para aquellos que estén implicados en la exportación de vehículos nacionales, si se tiene en cuenta que durante 2021, se han enviado fuera de nuestras fronteras un total de 1.820.727 unidades, un 6,7% menos que en 2020 que ya fue un año “malo” en plena pandemia.
Es importante recordar que siete de cada diez vehículos que se fabrican en España se exportan, siendo los principales destinos europeos Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, seguidos de cerca por Bélgica y Turquía. También se han reducido las exportaciones a otros continentes como África (- 1,1), mientras que las realizadas con destino a América han caído un 20,2%.
Si la falta de componentes para fabricar vehículos ya era un problema de “difícil solución”, tanto para los fabricantes como para los operadores logísticos, a lo largo de 2021 se han producido una serie de circunstancias, a nivel internacional, que han complicado aún más la situación. Nos referimos al colapso sufrido por la falta de contenedores -transporte marítimo-, derivado a su vez del bloqueo que se ha dado por algunos de los puertos asiáticos, sobre todo chinos.
En los últimos meses de 2021 multinacionales, proveedoras de componentes fundamentales, como neumáticos, sistemas de frenos, o elementos electrónicos en general, han tenido que modificar toda su logística interna, acaparar stock y pagar precios muy altos por un contenedor marítimo para transportar sus productos. El resultado final es que el vehículo llega al mercado final con un destacado incremento de su precio, tras pagar más dinero por el transporte de los mismos, pero también por el incremento de la energía necesaria para su producción.
Pero, ¿qué ha motivado que una logística tan especializada, y qué funcionaba perfectamente, como la de automoción, se haya convertido en un completo caos?
El origen está claro, la paralización que ha experimentado la actividad de los centros portuarios más importantes de Asia con importantes reducciones del personal portuario; la desorganización de rutas, tiempos y planificaciones; y las aperturas y cierres de industrias no planificados con flujos irregulares de productos que han obligado a las navieras a reducir drásticamente el número de barcos en funcionamiento.
Finalmente, la falta de espacio en los buques y los retrasos masivos trajeron consigo un alza de precios que todavía se mantiene, al tiempo que se producía una escasez de contenedores que motivaba, a su vez, que los pocos que se ofrecían a los distribuidores de componentes tuvieran precios prohibitivos; si hace un año enviar un contenedor de Shanghái a Rotterdam costaba unos 1.500 euros, en enero de 2022 su coste superaba los 6.000.
Por otro lado, si el nivel de fabricación de vehículos, así como la distribución de componentes para su fabricación son fundamentales para que los operadores logísticos mantengan un buen nivel de actividad, también es clave el comportamiento del sector de producción y distribución de recambios.
En este sentido, son de especial relevancia los datos recopilados por la Asociación Española de Proveedores de Automoción, SERNAUTO, cuyo último Observatorio del Estado de la Opinión de los Profesionales de la Posventa, referido al último trimestre de 2021, refleja que tanto la fabricación como distribución de recambios en España han crecido un 7%, con respecto al mismo trimestre del año anterior.
Por lo que se refiere a las previsiones de cierre de facturación para 2021 se sitúan entre un +11 (para los distribuidores) y un +14% (para los fabricantes) respecto a 2020, lo que supondría recuperar parte de lo perdido en 2020, pero todavía no se alcanzan los niveles de 2019.
Sin duda, unos resultados positivos si se tienen en cuenta los retos que ha tenido que superar el sector y que, de hecho, tendrán en los próximos meses. En el caso de las empresas fabricantes, solventar el aumento de precio y disponibilidad de las fábricas, así como el suministro de los productos (disponibilidad y cumplimentación de pedidos); mientras que para los distribuidores de recambios los principales retos radican en el suministro y la falta de stock, la gestión adecuada de las subidas de precio.
Las palabras de Benito Tesier, presidente de la Comisión de Recambios de SERNAUTO, resumen con claridad la situación: “Aunque vamos recuperando los niveles prepandemia, seguimos preocupados por la elevada inflación que se une la incertidumbre imperante en el sector respecto a los microchips, el incremento de los costes de la energía, la ralentización de los flujos logísticos y las tensiones con respecto a las materias primas. Además, la aparición de la nueva variante ómicron, está afectando a la movilidad y ello repercutirá negativamente en la esperada recuperación”.
La expresión “llueve sobre mojado” se podría aplicar a la perfección a la hora de hablar de la situación que vive la logística del automóvil nacional. Y es que se ha cerrado un 2021 especialmente complicado y con un nivel de actividad bajo, que agrava la situación vivida en el 2020 que fue muy mala.
El informe anual que realiza ANFAC sobre la cantidad, y calidad, de los servicios de transporte que se realizaron en el 2020 para distribuir la producción de vehículos nacional, parte de una cifra que explica a la perfección la situación: durante 2020, cerca de 4,5 millones de vehículos fueron transportados a través de los servicios de transporte de carretera, ferrocarril y puertos, lo que supone un retroceso del 18,8% respecto al año anterior.
“Esta caída implica que se han desplazado aproximadamente un millón de vehículos menos que en 2019, un descenso marcado, principalmente, por la crisis económica y la paralización de la actividad comercial e industrial del sector debido a la pandemia”, subrayan desde ANFAC.
Entrando al detalle, lo que muestra el informe sectorial sobre “Valoración de la logística marítimo portuaria” es un fuerte retroceso de los desplazamientos de vehículos por los servicios marítimos, con una caída del 20,7% y un total de casi dos millones de vehículos.
De este modo, el servicio de transporte marítimo ha reducido sus volúmenes de transporte en favor de los servicios por carretera y ferroviario, más flexibles y con menos restricción a la circulación. Por todo ello, debe tomarse esta información como algo circunstancial y específica de la situación de 2020.
El informe, por otro lado, se centra en analizar los ocho puertos de relevancia para la importación y exportación de vehículos, que suman el 90,6% de los automóviles transportados por este modo de transporte en 2020, con cerca de 2,15 millones de unidades movilizadas. En concreto, se ha recogido la evaluación que hacen las empresas asociadas a ANFAC sobre los servicios logísticos de los puertos de Barcelona, Málaga, Pasaia, Sagunto, Santander, Tarragona, Valencia y Vigo.
Por su parte, el tráfico de componentes de vehículos registró una mayor caída con un descenso del 56,9% en 2020 hasta situarse en 195.274 toneladas.
El informe de “Valoración de la logística del transporte ferroviario” ha concluido, por su parte, que en 2020 los servicios vinculados a este tipo de transporte han descendido un 15,5% respecto al año anterior, con un total de 639.629 vehículos transportados. Hay que destacar que esta caída se ha producido tanto en el transporte nacional como en el internacional con tasas muy similares del -15,4% y del -16,3%, respectivamente.
La caída del mercado nacional (-32,5%) y la reducción de las exportaciones de vehículos de origen español a los mercados extranjeros (-15,5%) han marcado el ritmo de demanda y, por lo tanto, del desplazamiento de vehículos. Además, en términos relativos el descenso de la cuota de transporte por servicio marítimo ha favorecido directamente a la elección del transporte ferroviario para los vehículos, acumulando el 14,3% del total de los desplazamientos durante 2020, más de medio punto más que el año anterior.
En cuanto a la valoración de las marcas encuestadas, la última edición del informe recoge una puntuación de 3,3 sobre 5, lo que supone dos décimas menos que el año anterior y que, aunque se considera una valoración suficiente, refleja que aún hay capacidad de mejora en los servicios ofrecidos.
Al analizar el transporte nacional e internacional se observa una evolución muy diferente: mientras el nacional reduce su valoración en dos décimas hasta los 3,3 puntos sobre 5, el internacional consolida la tendencia de mejora y aumenta una décima respecto a 2019, con una puntuación de 3,6 sobre 5.
Por lo que se refiere al transporte de componentes, la Asociación solo ha valorado el ámbito nacional tras reducirse de tres a uno el número de operadores logísticos internacionales. En concreto, y para 2020, se ha obtenido una puntuación de 4,3 sobre 5, manteniéndose la valoración obtenida el año anterior.
Por lo que se refiere a los aspectos más valorados, del conjunto de servicios que ofrecen, las marcas encuestadas destacan el cumplimento y flexibilidad de los planes de transporte, al igual que el buen tratamiento de la carga.
El transporte por carretera, mayoritario en prácticamente todas las especialidades de mercancías transportadas, es en el caso del de vehículos completos el menos utilizado. En el caso de componentes sí es el modo más usado.
Según los datos recogidos en el informe de la “Valoración de la logística de vehículos por carretera”, durante 2020 se desplazaron por carretera un total de 1.855.195 vehículos, lo que supone un 17,8% menos que el año anterior. A pesar de este descenso, el transporte por carretera aumentó su cuota de movilización de vehículos hasta el 41,4%, medio punto más que en la edición de 2019.
Por otro lado, el estudio destaca el hecho de que el envío internacional de vehículos por carretera ha logrado aumentar un 0,5%, hasta las 795.614 unidades. En contraposición, el transporte de vehículos dentro de nuestras fronteras se ha visto reducido un 27,7%, con un total de 1.059.581 unidades. Asimismo, al contrario de la edición anterior, en 2020 la valoración otorgada para el servicio de transporte por carretera en el ámbito nacional ha bajado dos décimas, registrando una valoración global de 3,7 puntos sobre 5. Mejor puntuación ha tenido el transporte internacional, en concreto de 4,2 puntos, mejorando en una décima la obtenida en 2019.
En relación con el grado de satisfacción, las marcas destacan las facilidades proporcionadas entre cliente y proveedor para la gestión, transporte y operabilidad de las cargas, tanto en el ámbito internacional como en el nacional. No obstante, exigen que se mejoren aspectos como el tratamiento en la recogida y entrega de la mercancía, la manipulación y reducción de daños en los vehículos y la respuesta ante posibles incidencias. Las marcas encuestadas han señalado también que para que los operadores mejoren su servicio deberán proceder a la renovación y mejora de la flota de vehículos pesados que poseen.
A finales de año, según datos ofrecidos por FENADISMER, había un millar de empresas y transportistas autónomos dedicados al transporte de portavehículos que se encontraban en una situación crítica por la paralización de actividad de la producción de las fábricas de automoción españolas, debida a la crisis motivada por la escasez de microchips a nivel mundial.
Por tal circunstancia, los centros de producción de automóviles situados en España están aplicando medidas especiales, como la suspensión temporal de las líneas de producción y la puesta en marcha de expedientes temporales de regulación de empleo hasta que la falta de semiconductores se vea resuelta, lo que no se producirá previsiblemente hasta el primer semestre de este año.
Ello ha motivado que FENADISMER, junto con las restantes asociaciones que componen el Comité Nacional de Transporte por Carretera, hayan solicitado al Gobierno la aprobación de una línea de financiación que evite la quiebra de las empresas y autónomos del sector de portavehículos ante la imposibilidad de seguir prestando servicio en los próximos meses en las actuales condiciones de reducción drástica de la actividad, agravados por la situación que ya sufrieron durante 2020 coincidiendo con el período del estado de alarma.
Dicha solicitud de ayudas ha contado con el apoyo de la Dirección General de Transporte Terrestre del Ministerio de Transportes y Movilidad, que la ha trasladado al Ministerio de Economía para su estudio destacando, en palabras de su Director General, la relevancia del sector del transporte de portavehículos “dada su importancia estratégica dentro de la cadena de producción de la automoción en España”.
Antonio Pérez, director comercial de Groupe CAT
El operador logístico Groupe CAT es desde hace años uno de los más conocidos tanto a la hora de transportar componentes para su fabricación, como de vehículos finalizados. En una breve entrevista, ofrecida en exclusiva a Logística Profesional, su director comercial en España, Antonio Pérez, explica cómo la compañía está consiguiendo superar el complicado momento que vive la logística del automóvil.
Las dificultades para el sector han sido especialmente graves desde el inicio de la pandemia, “ha supuesto un duro golpe no solo para el sector del automóvil”, asegura Antonio Pérez, que recuerda: “El sector del automóvil ha sufrido las consecuencias de la parada completa de sus cadenas de producción, lo que ha afectado también a todo el parque de proveedores de fabricación y servicios, entre los que nos encontramos como operador logístico especializado, suministrando directamente a las plantas de producción de vehículos”.
Y cuando todo parecía volver a la normalidad, y el mercado recuperaba parte de su ritmo, la escasez de materias primas y componentes ha vuelto a ralentizar la actividad. “Está siendo muy complicado y, en efecto, todas estas circunstancias nos han obligado a modificar nuestra operativa, estableciendo protocolos específicos que garantizasen la seguridad de nuestros empleados y clientes, atendiendo las necesidades y demanda de nuestros clientes”, añade.
Por si los problemas mencionados no fueran suficientes, entrado 2021, Groupe CAT se vio obligado a modificar su forma de operar tras el incremento del precio de los combustibles y otros costes operativos. “Es un problema añadido a la ya de por sí complicada situación. Todo ello repercute, como es lógico, en los costes operativos y los plazos de entrega, condicionando en gran medida la actividad de un sector tan importante y relevante en nuestro país”, destaca.
La compañía en un intento de superar todas estas dificultades, mantiene una comunicación constante y directa con sus clientes, mejorando y aumentando la productividad y amortiguando en lo posible las consecuencias derivadas de esta situación. “Son situaciones que requieren de una estrategia del sector en su conjunto, esperando que se normalicen, lo antes posible, los aspectos que más están afectando a la rentabilidad y operatividad”, completa Antoni Pérez.
A pesar de las dificultades, el director comercial de Groupe CAT afirma que mantienen su cartera de clientes: “Contamos con marcas de primer nivel, de los principales grupos de automoción, para quienes diseñamos operativas específicas de suministro de piezas, distribución, almacenaje, etc., en toda la península ibérica. Asimismo, también trabajamos para compañías relacionadas con el sector de recambios y accesorios, como grandes fabricantes de neumáticos e importadores y distribuidores de piezas de recambio, para quienes damos respuesta a sus necesidades logísticas”.
Si el presente de la automoción no es el óptimo, es evidente que será necesario una mejora considerable de la situación del sector para que los operadores logísticos vuelvan a los niveles de actividad del 2019, pero ¿será así?, ¿está mejorando la situación?
Para Antonio Pérez sí está mejorando: “Todos los sectores de actividad, en general, estamos viendo una cierta mejoría, lo que anticipa buenas perspectivas a medio plazo. Quizá no podemos decir que ese ansiado escenario optimista se cumpla este año, o el que viene, pero sí que nos permite ir mejorando nuestras previsiones poco a poco”.
Eso sí, en Groupe CAT, lo tienen muy claro, para que la recuperación sea una realidad, “es necesario que las administraciones locales, regionales y central, tomen e implanten las medidas oportunas que contribuyan a que se produzca un crecimiento de la economía en España, y por supuesto, a tratar de minimizar todas estas dificultades añadidas que están suponiendo inconvenientes en la operativa habitual de las compañías”, finaliza su director comercial.
Massimo Marsili, director general del Sur de Europa y Marruecos de XPO Logistics
El operador logístico
XPO Logistics también ha explicado, en este caso a través de las declaraciones de Massimo Marsili, director general del Sur de Europa y Marruecos, a Logística Profesional, como están superando la el momento actual: “En nuestro caso ha sido fundamental operar desde una perspectiva multisectorial y con una estrategia muy diversificada, hasta el punto de que el desglose de nuestro negocio suele ir en buena sintonía con el reparto del PIB por sectores”.
En concreto, el sector de la automoción, “somos uno de los proveedores líder de transporte y distribución de recambios en España, tras representar la automoción cerca del 19% del total de nuestro volumen de negocio en España en 2021, a pesar de la crisis derivada de los microchips. De hecho, sólo ha sido superado por el omnicanal retail, donde hemos crecido un 25%, en los dos últimos años”, asegura Marsili.
El mantenimiento del nivel de actividad de XPO Logistics se ha logrado, además, gracias a la asociación que la multinacional tiene con las principales marcas automovilísticas, fruto de décadas de experiencia y conocimiento del sector de la automoción, “es importante destacar que con algunos de ellos llevamos trabajando cerca de 40 años”.
Las fuertes inversiones realizadas por XPO Logistics en nuevas tecnologías han sido claves para incrementar el valor añadido de sus servicios. “En este sentido me gustaría hacer hincapié en la trazabilidad que damos en tiempo real a través de herramientas como XPO Connect o de nuestra solución de torre de control, que garantiza al cliente la disponibilidad de un equipo dedicado 24/7”, destaca.
En definitiva, la multinacional ofrece un conjunto de servicios que le permite mantener en España una cartera de clientes en el sector de la automoción de más de 200 clientes, a los que ofrecen la recogida diaria de componentes y piezas de automóvil en los proveedores (Tier-1 y Tier-2) o la distribución diaria, en función de las necesidades establecidas por cada cliente, a las plantas de fabricación de coches. De igual forma, gestiona el tránsito de componentes entre varias plantas de fabricación distribuidas por toda la península y el flujo de embalajes utilizados para proceder a su correspondiente reutilización.
Por otra parte, otro de sus servicios clave es la distribución de piezas de recambios: “Realizamos la entrega de manera segura en concesionarios, normalmente en horario nocturno sin necesidad de que haya personal del propio concesionario durante la entrega. Para este servicio, además, nos apoyamos en nuestra red integral equipada para realizar transporte de mercancías peligrosas asociadas a la automoción, como baterías. En este sentido, tan sólo en la península ibérica estamos dando servicio a cerca de 300 puntos de entrega en horario nocturno”, comenta.
Preguntado por dos clientes en concreto, Massimo Marsili responde: “Por un lado, la gestión del transporte y distribución de piezas de recambio para coches y camiones de General Motors en Estados Unidos y otros mercados. Y por otro, como socio preferente de Mercedes-Benz en varios mercados europeos, la distribución de piezas de automóviles a sus concesionarios y distribuidores comerciales”.
El director general del Sur de Europa y Marruecos de XPO Logistics quiere reflejar los medios con los que cuenta la multinacional para llevar a cabo un volumen tan alto de servicios: “actualmente ponemos a disposición de clientes de automoción duotrailers y megacamiones para flujos entre diferentes plantas de fabricación que tienen en España. Gracias al uso de estos últimos y su mayor capacidad de carga (65% más de carga por envío), reducimos nuestra huella de carbono hasta un 20% por viaje, en comparación con los camiones tradicionales”.
Además, cuenta con más de 2.500 semirremolques (de tres metros de altura interior), muchos de ellos unen la península ibérica u otros puntos de Europa como Francia o Italia con Marruecos, realizando servicios de transporte enfocados a clientes de sectores de fabricación, automoción y componentes (Tier-1 y Tier-2).
Un dato concreto refleja la importancia de XPO Logistics en este sector: En 2021 realizó en torno a 20.000 viajes a través del estrecho de Gibraltar.
Parece evidente que XPO Logistics ha logrado superar la crisis de los dos últimos años sin tener que realizar importantes cambios en su estructura interna, a pesar de ello, esperan la pronta recuperación del sector: “Entre enero y diciembre de 2021 se vendieron unos 860.000 vehículos en España, un 1% más que en 2020 pero un 32% menos que en el mismo periodo de 2019 y eso es un grave problema”, recuerda Marsili. “Ante esa situación, nosotros decidimos seguir trabajando para que las cadenas de suministro sean lo más eficientes posible y mantenemos la confianza en que la falta de semiconductores se solucionará a lo largo del año. El sector de la automoción, sin duda, se recuperará a lo largo de los dos próximos años, alcanzando niveles cercanos a los del 2019”, asegura.
Reportaje publicado en el nº 272 de Logística Profesional (páginas 6 a 13)
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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