“Con la pandemia, el sector, que fue considerado como una de las actividades esenciales, sufrió su batalla particular con resultados dispares según de la especialidad que se tratase”, afirmó Pedro Alfonsel, presidente de Fedat-CETM Operadores de Transporte durante la celebración de su Asamblea General Ordinaria por vía telemática con la asistencia de representantes de las distintas provinciales.
El presidente de Fedat remarcó que “lo que aparentemente, y visto desde fuera, significaba poder continuar con la actividad, no fue así para todos y aquellos que se dedicaban al transporte de productos esenciales vieron incrementada su actividad y a la vez los tiempos de espera y los kilómetros en vacío por la falta de retornos, incrementando así los costes de la actividad de los servicios prestados, sin una contraprestación real en los precios. Otras especialidades del transporte, como portavehículos, cisternas, mudanzas y otras que trabajaban para productos no esenciales, se vieron abocadas al cierre y a los ERTE por la falta de servicios”.
Alfonsel también quiso destacar que las condiciones en las que tuvieron que trabajar los conductores fueron lamentables y así gran parte del esfuerzo de las asociaciones se centró en mejorar y suavizar las medidas adoptadas por Estados, CCAA, y cargadores, para intentar poder llevar a la normalidad las condiciones de trabajo de los profesionales del sector, que tuvieron un comportamiento ejemplar ante la sociedad.
En cuanto al transporte internacional, añadió a los problemas descritos las repercusiones generadas por el inicio del Brexit que, solapadas con el Covid- 19, generó auténticos colapsos y situaciones dramáticas para muchos conductores atrapados durante días en el Reino Unido.
Alfonsel quiso destacar igualmente la enorme actividad, sin tregua, desarrollada desde Fedat, la CETM y sus organizaciones nacionales y provinciales para mantener puntualmente informados y atendidos a sus asociados, así como para intentar solucionar todos los problemas que se generaron alrededor de la gestión del Covid.
“Fueron tiempos muy duros en los que el sector en su conjunto supo dar la cara y cumplir con las expectativas de una sociedad que estaba sufriendo las consecuencias dramáticas de una pandemia que se convirtió en un problema de salud y economía”, aseguró.
Centrado ya en la actualidad, quiso trasladar que el transporte de mercancías por carretera necesita ya, con urgencia, pasar de las palabras a los hechos, haciendo realidad el compromiso del Gobierno, del 23 de julio de 2020, con un plan para la reconstrucción e impulso del sector, con las reformas prometidas que tan urgentemente necesitamos abordar. “Es cierto que, tras un procedimiento de urgencia que ha durado más de un año, finalmente, hemos visto publicada la reforma de la LOTT para incluir el régimen sancionador por la morosidad en el transporte, pero del resto no hay nada”, dijo.
Del mismo modo, Alfonsel hizo mención a que “el Ministerio de Transportes ha estado receptivo a las presiones de los cargadores por conseguir las 44 toneladas y los 4,5 metros de altura, y de los concesionarios de autopistas y constructoras para llevar a la práctica el pago por uso en las carreteras, y, sin embargo, las conversaciones con cargadores y Administración sobre la problemática de la carga y descarga han sido un fiasco y el problema se agrava con la falta de conductores. A fecha de hoy, adicionalmente, no podemos olvidarnos de las continuas alzas de los últimos meses del precio del combustible, que en solo un año han crecido más de un 25%, y no sabemos en que acabará todo esto con el anuncio de próximas subidas del Impuesto sobre Hidrocarburos y el cuestionamiento desde Bruselas del gasóleo profesional”.
Por otro lado, el presidente de Fedat también comentó que el sector está igualmente pendiente de ver en que se concreta la digitalización y los fondos europeos destinados para ello, ya que el paso hacia la digitalización requiere de inversiones en un momento económico muy complicado para las empresas de transporte.
En lo que respecta a la incertidumbre sobre los procesos de descarbonización y la falta de alternativas claras al gasóleo, afirmó que "hacen falta ayudas para la renovación de flotas y el sector está limitado por el reglamento de minimis, lo cual parece una incoherencia entre impulsar medidas medioambientales y luego no favorecer su resultado. Al igual que actualmente preocupa la regulación del acceso al sector y la dificultad de las empresas para poder crecer, también es de justicia reconocer que el sector ha tenido algunos éxitos, fruto del trabajo de las asociaciones y del CNTC como conseguir dar un paso adelante con la Ley de Morosidad, así como poner contra las cuerdas a la Diputación Foral de Guipúzcoa por el cobro indebido de los peajes, y otras acciones que, indudablemente, redundarán en el beneficio de las empresas del sector".
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