Expense Reduction Analysts (ERA), consultora especializada en la optimización de costes y la gestión de proveedores, analiza y da las claves para poder superar la crisis de desabastecimiento en algunos sectores, como la construcción y la industria química o automovilística, desde la logística.
Con la Covid-19, se han cambiado muchos hábitos de los clientes: consumir más desde y en casa, usar más las plataformas digitales de ecommerce para realizar las compras habituales, y un sinfín de aplicaciones para realizar tareas comunes. Es por eso que el cliente no solo necesita que las empresas estén disponibles en cualquier momento, sino también en cualquier lugar. Esto exige que haya un stock constante, algo que en estos momentos es bastante complicado en ciertos sectores, sobre todo de los que dependen de importaciones para poder manufacturar sus productos.
Desde ERA, proponen transformar el transporte de mercancías, al igual que está pasando en otros muchos sectores y que va a ser la tónica en estos próximos años, hacia un sector más respetuoso con el medio ambiente, y que además ayudará en un futuro a reducir estos problemas puntuales de desabastecimiento:
-Los consumidores esperan cada vez soluciones más sostenibles medioambientalmente y eficientes en los costes. Por ello, la movilidad está evolucionando a ser un servicio, y no un activo, por lo que se ve cada vez con mejores ojos el tener que pagar por envíos, ya que los clientes lo entienden como algo que ofrece un negocio, al igual que cobra por los servicios o los productos que vende, también el transporte de mercancías se ve más como eso y no como una obligación intrínseca de la tienda en cada venta. También las opciones de comprar online e ir a la tienda física a recoger el pedido, hacen que el envío sea un servicio más “premium”.
-En cuanto a la oferta, ya hay varias alternativas a los combustibles fósiles; para los vehículos ligeros está la electrificación, para los pesados está en proceso el desarrollo del hidrógeno como sustituto, y el problema en este momento está en el transporte marítimo y aéreo. En estos casos, la solución más inmediata está siendo realizar más compras locales y cercanas, para no depender tanto de estos transportes.
Las empresas van a tener que revisar varias de las políticas ligadas al transporte:
-Política de viajes: las compañías deben trabajar para incluir nuevas opciones de movilidad, envíos y entregas.
-Política de flotas: segmentación de los distintos colectivos en la organización y de sus necesidades, definiendo y asignando los medios de transporte más adecuados a cada tipología, planificación si fuera necesario de la creación de infraestructuras de abastecimiento propias, es decir, de puntos de carga para esa nueva flota de vehículos que necesitará de puntos de recarga y puede que el general del país no vaya al mismo ritmo al que necesitan las compañías.
-Política de coches: segmentación del perfil de los usuarios y definición concreta de los vehículos a utilizar y de las modalidades adecuadas de contratación.
En términos de tecnología, las compañías incorporan sistemas de inteligencia artificial y análisis predictivo, además están adoptando medidas para reducir su impacto medioambiental y cumplir las regulaciones internacionales, y cómo no puede ser de otra manera buscando personal cualificado.
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