El Puerto de Tarragona y Renfe han recuperado el transporte ferroviario de productos agroalimentarios a Lleida después de más de 20 años sin servicio. Esto ha sido posible al convertirse en un transporte sostenible y competitivo respecto al que se realiza por carretera. La semana pasada el Puerto de Tarragona cargó un tren con haba de soja con destino a las instalaciones de bonÀrea en Lleida.
Este servicio ferroviario cargado con productos agroalimentarios se dejó de prestar por la proximidad de Lleida al Puerto de Tarragona que no lo hacía bastante competitivo respecto a otros transportes terrestres. Implica retomar un transporte de mercancías en la zona de poniente y abre la posibilidad que se mantenga y se incremente a medio plazo gracias a los nuevos condicionantes del mercado, la sostenibilidad y la competitividad.
Un nuevo servicio y un cambio en la logística
El servicio iniciado por Renfe Mercancías es de transporte de cereal (haba de soja), con trenes de 17 vagones tipos TT5 de unas 850 toneladas de carga limpia. En la primera etapa, se trata de un tren de frecuencia semanal, que se irá aumentando en función de las necesidades de suministro que plantee el cliente final. Además del transporte ferroviario, dentro del mismo paquete logístico, se incluyen las maniobras necesarias para la descarga y pesaje de vagones a sus instalaciones.
Un hub logístico para el valle del Ebro
Este nuevo servicio ferroviario deja entrever cambios en la logística, unos cambios que empezaron el año pasado con trenes de agroalimentarios con diferentes destinos, como Zaragoza, Monzón y Vic, al que ahora se añade Lleida. El Puerto de Tarragona recibe productos agroalimentarios de los principales países productores como Ucrania, Rumanía, Argentina y los Estados Unidos. La distribución de estos productos alcanza un hinterland muy importante, que incluye todo Cataluña, Aragón y gran parte de Navarra y del este de Castilla, y donde se fabrica más del 40% del total de producción de piensos de España.
Los productos se importan a través del Puerto de Tarragona y desde aquí se transportan en las zonas donde se fabrica los piensos para la alimentación animal, como son las fábricas de Lleida, Zaragoza, Girona y, en menor medida, a industrias de Soria y Huesca. El movimiento de productos agroalimentarios es uno de los más destacados al Puerto de Tarragona, tanto por su volumen, unos 5 M de toneladas anuales de media, como por las importantes instalaciones y repercusión económica en el hinterland. Para el almacenamiento de estos productos, el Puerto dispone de 260.000 m² de superfície cubierta, cifra solo equiparable a las capacidades de nuestro Puerto en el almacenamiento de líquidos a granel.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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