La Península Ibérica vivió ayer un apagón eléctrico sin precedentes. A las 12:33 horas, 15 gigavatios de generación —equivalentes al 60% de la demanda energética de ese momento— desaparecieron del sistema en apenas cinco segundos, según los datos de Red Eléctrica. La caída provocó la interrupción casi total del suministro en España, Portugal y algunas zonas del sur de Francia.
Aunque todavía se investigan las causas, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, aseguró anoche que “todas las hipótesis están abiertas” y que los operadores y las instituciones del Estado trabajan de forma coordinada para esclarecer el origen de este incidente sin precedentes en la historia energética de la región.
Desde el primer momento, Red Eléctrica activó los protocolos de reposición de suministro, en coordinación con autoridades, organismos de emergencia y empresas del sector. Según el último balance a las 07:00 del 29 de abril, el 99,95% de la demanda ya ha sido recuperada —25.794 megavatios—, y los trabajos continúan para la total normalización del sistema.
La recuperación se ha basado en tres pilares principales: la activación de las interconexiones con Francia y Marruecos, la puesta en marcha de los ciclos combinados de gas y la reactivación de las centrales hidroeléctricas. Esta estrategia ha permitido que prácticamente todas las comunidades autónomas experimenten una mejoría significativa en el suministro.
El sector del transporte ha sido uno de los más afectados por el apagón. Más de 35.000 pasajeros quedaron atrapados en trenes de media y larga distancia, así como en líneas de cercanías. Renfe, Adif y la Unidad Militar de Emergencias (UME) han trabajado intensamente durante la noche para auxiliar a los viajeros y recuperar la circulación ferroviaria, aunque esta mañana aún quedaban 11 trenes pendientes de ser evacuados en zonas de difícil acceso.
Para garantizar la seguridad ciudadana, el Gobierno desplegó servicios adicionales de Policía y Guardia Civil en todo el país. Además, se ha aprobado la liberación preventiva de tres días de reservas estratégicas de productos petrolíferos, aunque hasta el momento no se ha detectado ningún riesgo de desabastecimiento.
Pedro Sánchez también recomendó a los trabajadores priorizar su seguridad: “Aquellos no esenciales que tengan dificultades de movilidad deben quedarse en casa si es posible”. En cuanto a los estudiantes, los centros educativos de las comunidades más afectadas permanecerán abiertos, pero sin actividad lectiva.
La logística y el transporte afrontan ahora el reto de normalizar operaciones tras un evento que, aunque breve en duración, ha supuesto una disrupción significativa en cadenas de suministro y redes de transporte.
Las plataformas logísticas, los operadores ferroviarios, los puertos y los centros de distribución —sectores altamente dependientes de la energía— han activado sus planes de contingencia y trabajan en reajustar flujos y servicios a medida que se restablece el suministro y se recupera la movilidad en todo el territorio.
La resiliencia del sistema energético y la capacidad de recuperación del transporte intermodal serán claves para minimizar las consecuencias económicas de este apagón.
Esto facilita la operación de flotas mixtas de AMR y reduce los costes de inversión en diferentes infraestructuras de carga. “Con la carga inductiva, estamos creando un suministro de energía con garantía de futuro para nuestros AMR. Nuestros clientes se benefician de una mayor eficiencia, mayor flexibilidad y una tecnología que se ha consolidado como un estándar en la industria”, concluye Wang.
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