Cuando hablamos sobre la implementación de la robótica en las operaciones de almacén ya no hablamos de previsiones, inversiones imposibles ni proyecciones futurista, hablamos de soluciones reales, flexibles y prácticas que nos permiten optimizar la eficiencia, la productividad y la seguridad. Su rápida adopción diferencia a un clásico almacén de un centro de innovación y productividad de vanguardia.
Los tiempos de retorno de la inversión (ROI) en la automatización de un almacén son un factor cada vez más decisivo para las empresas a la hora de decidir qué solución implantar en su negocio. Para un director financiero (CFO), el valor del retorno de inversión (ROI) de cualquier tipo de tecnología es fundamental.
Entre los avances que supone la integración de la robótica se debe incluir la identificación de mejoras en la infraestructura de los almacenes, el soporte para gestionar la optimización y el slotting del inventario u optimizar las operaciones de los robots. De esta forma, en menos de doce meses, y gracias a servicios de robots bajo demanda del cliente (RaaS) ya es posible observar como la productividad se ve duplicada o triplicada, así como un ROI cuantificable.
Sin embargo, es en la escala donde reside precisamente el coste real para las empresas. No es lo mismo un almacén de un modesto e-commerce que el de un distribuidor logístico internacional. Desde la perspectiva de escala, nada es caro o barato, dado que en los nuevos modelos as-a-service se puede flexibilizar al máximo los costes de inversión. En definitiva, a día de hoy es posible iniciar un proceso de automatización desde una escala inferior e ir ampliando de acuerdo con las necesidades u objetivos deseados.
Por eso, desde Locus Robotics deseamos dar a conocer los beneficios de un retorno de la inversión para los almacenes capaces de integrar este tipo de innovación en sus operaciones:
Las operaciones manuales convencionales de almacén requieren mucho trabajo y son físicamente agotadoras para los trabajadores. Mike Johnson, presidente de Locus Robotics, señaló que los asociados en almacenes tradicionales tienen que caminar entre 19 y 22 km. En muchos casos, estos trabajadores también están empujando carros de 90 a 130 kg mientras caminan, lo que se traduce en varias ocasiones en lesiones de cualquier tipo.
El objetivo de los robots móviles autónomos es precisamente reducir, y en algunos casos eliminar, varios de estos obstáculos físicos que a menudo se experimentan en un entorno de almacén. Con AMRs, colocar o quitar productos de los robots no requiere flexiones o estiramientos, lo cual reduce la tensión en la espalda. Además, estos robots transportan la carga de manera autónoma, eliminando la necesidad de que los asociados empujen o carguen cargas pesadas.
Un reciente artículo sobre el sector reveló que los robots y los humanos que trabajan juntos son un 200% más productivos que los humanos que trabajan solos. La mejora en la productividad ayuda a que los empleados se sientan mejor y los motiva a continuar en vez de apostar por la competencia.
A su vez, y a pesar de lo que se suele pensar, la curva de aprendizaje es casi inexistente, puesto que la formación para los operarios es rápida y sencilla. Estos se exponen a tecnologías que de otro modo no usarían, lo que puede llevar a la adquisición de nuevas habilidades, mejora de la productividad y a ser trasladados a trabajos que se desarrollan a partir de sus interacciones con los robots de almacén.
La seguridad de los trabajadores es una de las grandes preocupaciones del sector. Al introducir la robótica, se pueden mitigar significativamente los riesgos laborales y crear un entorno más seguro para los empleados. Los robots colaborativos, o co-bots, pueden encargarse de tareas físicamente exigentes o peligrosas. La tecnología de Locus Robotics, por ejemplo, está equipada con sensores avanzados y sistemas de visión que les permiten detectar y responder a la presencia humana, garantizando una colaboración armoniosa entre humanos y robots.
Los AMRs están diseñados y fabricados para cumplir con estrictas normas de seguridad, asegurando un entorno de trabajo seguro para los asociados y operadores. Estos a su vez monitorean continuamente su entorno, su velocidad, el tamaño/peso de la carga y la fuerza de aceleración.
El cumplimiento de pedidos es un aspecto crítico de las operaciones dentro de un almacén. La integración de la robótica en el almacén permite procesos de cumplimiento de pedidos más eficientes y acelerados. Los robots pueden ser desplegados para realizar tareas como la selección, el empaque y las devoluciones, minimizando el tiempo de procesamiento de los pedidos y reduciendo el riesgo de errores. Con la ayuda de algoritmos sofisticados y capacidades de inteligencia artificial (IA), los robots pueden analizar datos y optimizar el diseño del almacén, la ubicación del inventario y la ruta, mejorando aún más la eficiencia.
Sin importar la industria, la capacidad de crecer o reducir operaciones a medida es fundamental para el éxito. Al agregar robots de almacén, es posible competir eficazmente y ganar flexibilidad para atender a los clientes.
La capacidad de adaptarse a las cambiantes necesidades empresariales y escalar las operaciones es un impulsor clave del éxito en el panorama empresarial moderno. La robótica ofrece una escalabilidad y adaptabilidad sin igual para almacenes de todos los tamaños. Ya sea durante picos estacionales de demanda o planificando un crecimiento a largo plazo. La robótica se puede reconfigurar y expandir fácilmente para satisfacer requisitos en constante evolución.
A la hora de tomar decisiones es importante tener información fehaciente sobre el almacén donde se opera. Por ello, gracias a los AMRs es posible generar inmensas cantidades de datos en tiempo real, proporcionando un valioso conocimiento sobre el rendimiento operativo y las tendencias de compra. Al aprovechar estos datos, los operadores de almacén pueden tomar decisiones basadas en hechos, optimizar procesos e identificar áreas de mejora. Se pueden aplicar análisis avanzados y algoritmos de inteligencia artificial (IA) para descubrir patrones ocultos, optimizar la gestión de inventario y mejorar la eficiencia operativa en general.
Bluebird mantendrá una administración independiente, y por su parte TSC Auto ID contribuirá a optimizar su sistema de gestión, generar sinergias mediante la integración de las hojas de ruta de los productos, fortalecer el soporte técnico y desarrollar iniciativas conjuntas en los ámbitos comercial y de marketing.
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