Schneider Electric ha implantado un nuevo sistema de gestión de almacenes LFS de EPG (Ehrhardt Partner Group) en su centro de Sarre-Union (Francia) con el que ha aumentado sus capacidades en el ámbito de la logística de almacén en un 15 %. Esta novedad se incluye dentro de la estrategia de la compañía, donde la transformación digital de la gestión de la energía y la automatización juegan un papel fundamental.
De esta manera, la empresa ha podido optimizar este centro que cuenta con una superficie de 10.000 metros cuadrados, donde hay más de 7.500 productos disponibles. Además, cabe destacar que, la frecuencia de rotación del almacén es elevada: cada día, unos 30 camiones salen de la planta con un total de 30.000 toneladas de mercancías y 15.000 palés.
Así pues, la compañía necesitaba un sistema fiable que pudiera suministrar, tanto a los centros de distribución locales como a los clientes, las celdas de mando y los accesorios, en la cantidad y el momento adecuados. Por ello, desde estimaron que el sistema LFS, flexible y de última generación, era el candidato ideal tanto para responder mejor a las necesidades específicas de la empresa como para prepararla para el futuro. Al introducir LFS, el objetivo de Schneider Electric era hacer más eficaz y fiable la planificación y el control de todos los flujos de materiales.
Es por ello que tras tener claro el sistema que implantarían, basaron su introducción dando relevancia al cumplimiento de plazos de entrega, prevención de cuellos de botella y mayor flexibilidad; ya que el anterior sistema ya no satisfacía los requerimientos en relación con cadenas de suministro dinámicas y las vulnerabilidades e interrupciones asociadas.
Además, se buscaba que los movimientos de todos los sistemas logísticos manuales y automáticos pudieran controlarse activamente con un 100% de seguridad y transparencia.
Kevin Cartolano, director de operaciones de departamento de Schneider en Saar-Union, explica: “Desde el principio, nos convencimos de las ventajas en cuanto a flexibilidad que, gracias a sus numerosas funciones, ofrecía LFS”.
La implementación se llevó a cabo en 18 meses, sin problemas y sin tiempos de inactividad en el almacén. Desde entonces, el centro de almacenaje y distribución ha podido lograr que sus procesos sean mucho más eficientes; tal es así que la capacidad logística se incrementó en un 15%, en tan solo tres meses.
Para Schneider, la flexibilidad del sistema LFS, confeccionado a medida, es una gran ventaja competitiva. Cartolano afirma: “Está configurado de tal manera que nuestros empleados pueden gestionar todos los pedidos de forma transparente, así como intervenir en los flujos de trabajo y procesos en cualquier momento y modificarlos ellos mismos”.
Al mismo tiempo, del módulo de gestión de etiquetas, destaca: “Nos permite imprimir directamente a través de LFS. Esto ofrece la ventaja de poder integrar nuevos pedidos de forma inmediata y sin tiempos de inactividad. Asimismo, la función de gestión de impresoras ofrece el principal beneficio que indicamos de poder gestionar impresoras individuales”.
Con la facilidad de uso que permite la interfaz del nuevo sistema se ha facilitado el manejo y la familiarización con el sistema por parte de los directivos y empleados en el emplazamiento. Es posible visualizarla en varias plataformas, como tabletas, dispositivos portátiles, ordenadores portátiles y de sobremesa, de modo que puede utilizarse en todo el almacén según sea necesario.
Cartolano finaliza apuntando: “La calidad y la rapidez de la comunicación con el personal de apoyo versátil y competente de EPG fueron encomiables. Esperamos trabajar con EPG en muchos proyectos de modernización futuros”.
En España se reforzarán las contrataciones para esta temporada con alrededor de 200 personas para el procesamiento y aproximadamente 600 proveedores de distribución.
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